Con sólo seis años de existencia, los valLa dirección general de Pesca y Medio Marino, de la consellería de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha publicado este martes los resultados de los censos de peces de la Reserva Marina de Interés Pesquero des Freu de Sa Dragonera. Se trata de los primeros resultados que ya contabilizan los datos de la parte de la reserva marina de aguas exteriores, protegida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el mes de octubre de 2020. Esta es, junto con la Reserva Marina del Llevant de Mallorca, de gestión compartida con el Ministerio. Según el director general de Pesca y Medio Marino, Joan Mercant, «los datos demuestran una mayor diversidad de especies dentro la reserva marina que en las zonas de control no protegidas, y se puede establecer una jerarquía donde la riqueza media responde, de mayor a menor, a la reserva marina de aguas interiores, la reserva marina de aguas exteriores y las estaciones de control».
Los indicadores de densidad y biomasa de peces demersales han respondido de manera muy positiva en las tres estaciones superficiales y en las dos profundas. A mayor profundidad los resultados son espectaculares en la estación de las aguas interiores con un incremento de hasta x7 veces la biomasa inicial (respecto a la creación de esta parte de la reserva ahora hace seis años). Actualmente se han llegado a los 41 kilos/250 m2, unos valores que con sólo seis años de existencia de la reserva se ajustan a las referencias de biomasa de zonas con mayor tiempo de protección (más de 15 años) y que son considerados puntos calientes de biomasa y diversidad de especies en las Illes Balears. Así, por ejemplo, entre las 21 especies censadas, hay un incremento de individuos de x10 de la morraja, x16 en el caso del corballo y de x40 en el caso del mero, en la estación Cap Llebeig. En las aguas profundas exteriores, se ha dado una recuperación de un factor x3 en la biomasa de las especies demersales, pasando de los 4,4 kilos/250 m2 a 14,1 kilos/250 m2 en los 21 meses de existencia de esta parte de la reserva. Las especies que han demostrado una recuperación más evidente para el indicador de biomasa son el mero (x7), el corballo (x22) y la brótola de roca (x16).
En relación con las aguas exteriores superficiales, se ha observado una homogeneidad de respuesta, donde la biomasa se ha multiplicado por x2,2 en las dos estaciones estudiadas, pasando de una media de 3,5 kilos/250m2 a 8 kilos/m2 en tal sólo 21 meses de protección. En las aguas interiores superficiales, los valores todavía son más elevados en Cala Llebeig, con un incremento de x3,4 veces en los seis años de protección, y llegan a los 17,1 kilos/250 m2. Las estaciones de Cala Lladó o Cala en Basset presentan una estabilización de biomasa e incluso, un ligero descenso en Isla Mediana y Es Calafats.
Dado que, según los datos obtenidos por el servicio de vigilancia, la presión pesquera que se ejerce en estas zonas es baja, se considera que la estabilización de las biomasas en las estaciones de la parte central de la reserva marina, son probablemente una consecuencia de la oleada de calor extraordinario registrado el verano del 2022, que llegó los 31,4 grados el mes de agosto a la boya de Dragonera. La campaña se realizó el julio de 2022, cuando la temperatura del agua, en la mayoría de estaciones, estaba entre 1,5 y 2 grados por encima de las registradas el 2020 y la parte central del Freu de sa Dragonera es mucho profunda, de forma que los peces no tienen la posibilidad de refugiarse en zonas más fondas para huir del calor.
Un indicador más de la evolución positiva de la reserva es la mayor proporción de individuos con talla superior a la de primera madurez sexual, respecto a las zonas de control en las cuatro especies que, por su abundancia, han permitido el análisis: sargo, morraja, mero y corballo. Esto sin olvidar que la parte oeste de Sa Dragonera se caracteriza por acantilados submarinos de gran pendiente y, en consecuencia, para presentar una baja abundancia de juveniles respecto de zonas menos expuestas.
Esta campaña se realizó el julio de 2022, y se estudiaron 89 transectos de 50×5 metros. Todos los resultados están referidos a una área de 250 m2, y se han cubierto un total de 22.250 m2 de fondos rocosos infralitorales.