La fracción orgánica de la recogida municipal se vio afectada el año pasado por la drástica reducción del turismo en toda la isla. Después de años consecutivos de aumento de esta fracción en nuestra isla, en 2020 se trataron 10.860 toneladas menos que en 2019. El total de toneladas tratadas en 2020 fue de 19.128 toneladas, lo que supone un descenso del 36,16 % comparado con las toneladas tratadas en 2019, unas 29.959 toneladas.
Esta fuerte caída se debe al cierre de la actividad económica del sector HORECA (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) que se ha notado en especial en los meses de verano explica en parte el descenso de las cifras y no a la separación de residuos en los hogares de Mallorca.
Aurora Ribot, vicepresidenta y consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente del Consell de Mallorca, ha valorado los datos insistiendo que, «la bajada en las entradas de la fracción orgánica, están directamente relacionadas con el cierre de la actividad del sector HORECA. La gente, en su casa ha seguido separando esta fracción, y nuevos municipios han ofrecido a sus ciudadanos la posibilidad de recogida orgánica separada. Hay que tener muy claro que es más necesario que nunca cerrar el círculo de la materia orgánica en Mallorca y que definitivamente todos los ayuntamientos terminen de implantar sistemas de recogida de orgánica».
La directora insular de Residuos, Patricia Arbona destacó que «se ve el compromiso de la ciudadanía en los meses previos a la pandemia donde la recogida orgánica aumentó un 20%. Las cifras muestran como la ciudadanía ha respondido de forma similar en época Covidi19 y no hay mucha diferencia con los datos del 2019. La gente ha seguido separando los residuos en su casa lo que ha hecho que el peso de esta fracción respecto del total recogido se mantenga. Aun así, hay mucho margen de mejora, las últimas caracterizaciones nos indican que el 40% de lo que actualmente va a la bolsa de rechazo es materia orgánica».
La consejera Ribot insiste «Cerrar el círculo de la materia orgánica es clave para el futuro de la isla, no nos podemos permitir el desperdicio de recursos y esfuerzos que implica el hecho de que la materia orgánica acabe al rechazo, y por tanto incinerada».
Una de las conclusiones que se extrae de los datos es el hecho de que la recogida selectiva de la materia orgánica no se ha visto tan afectada por la pandemia como otras fracciones. De hecho, en los últimos dos años la recogida selectiva ha sido la misma, 23,5%. Pero sin duda, la pandemia ha supuesto una congelación en estas cifras que han experimentado una tendencia muy positiva gracias al esfuerzo combinado de las instituciones y de todos los mallorquines y mallorquinas.