La extensa playa que se extiende a lo largo de unos cinco kilómetros entre Can Pastilla y Bellavista, al fondo de la bahía de Palma, ha experimentado una fascinante transformación a lo largo de los siglos. Desde sus humildes orígenes como un lugar inhóspito frecuentado principalmente por pescadores, pastores y trencadors de marès, hasta convertirse en la animada y turística Playa de Palma, este rincón de Mallorca ha sido testigo de cambios significativos a lo largo de su historia.
Nombres a lo largo del tiempo
Las primeras referencias documentales datan del siglo XII, cuando se menciona un bosque de pinos en una amplia extensión de arena, lejos de las murallas de Bálea (Palma). Este lugar, conocido como Rámora o Forenna, ha experimentado diversos nombres a lo largo del tiempo. Sin embargo, la denominación popular que ha perdurado es «s’Arenal». Aunque, en 1966, la vicesecretaría de Turismo decidió unificar el nombre de toda la zona como Playa de Palma para promoverla en mercados turísticos internacionales.
Can Pastilla 1968, unos chalets de veraneo y a la izquierda "ES CARNATGE"
El Arenal, en sus primeros días, era apenas habitado, frecuentado solo por pescadores, trabajadores de canteras y pastores. El primer núcleo urbano en la zona surgió gracias al camino de s’Alga, donde los payeses que trabajaban en la región pasaban sus días después de la recolección del alga y la siega. La mejora en el camino en 1864 fue crucial para el inicio de la urbanización.
En 1872, se otorgó la primera licencia para construir una casa en la playa a Nicolau Taberner Salvá. Este evento marcó el inicio de una serie de construcciones que conformaron la primera manzana del Arenal, conocida popularmente como s’illeta dels republicans o las cases dels republicans. A medida que el camino de s’Alga mejoraba y se otorgaban más licencias, la urbanización se aceleraba.
Playa de Cala Estancia y el club náutico empezaba a despuntar
La parte correspondiente al término municipal de Palma, hasta el torrente dels Jueus, permaneció relativamente intacta hasta 1905, cuando se documentó la construcción de la primera edificación en esta área. Esta construcción fue Can Pastilla, nombrada así debido a una pequeña taberna donde se vendían pastillas de tabaco de contrabando, y su propietario fue apodado d’en Pastilla. Aunque se intentó cambiar el nombre posteriormente, la arraigada tradición prevaleció, y Can Pastilla se convirtió en un reconocido topónimo de la zona.
El auge turístico y la transformación en la Playa de Palma
Hacia 1947, el Arenal experimentó un cambio drástico con el estallido del boom turístico. La llegada de visitantes y la construcción de hoteles y complejos turísticos marcaron el inicio de la transformación de la zona en uno de los destinos vacacionales más populares de la isla. Desde entonces, la Playa de Palma ha evolucionado continuamente, adaptándose a las demandas de los turistas y ofreciendo una amplia gama de servicios, actividades y entretenimiento.
A la izquierda el Hotel Garonda
En la actualidad, la Playa de Palma no solo es un lugar de vacaciones sino también un reflejo de la rica historia que ha dado forma a este emblemático rincón de Mallorca. Desde sus modestos inicios hasta convertirse en un vibrante destino turístico, la Playa de Palma sigue siendo un testimonio del cambio constante y la adaptabilidad a lo largo del tiempo.
El boom turístico en la Playa de Palma fue desencadenado por varios factores. La belleza natural del entorno, con sus extensas playas de arena blanca y aguas cristalinas, capturó la atención de los viajeros en busca de destinos paradisíacos. Además, la infraestructura mejorada, la expansión de servicios y la construcción de modernos complejos turísticos atrajeron a visitantes de todo el mundo.
Hacia la década de 1950, hoteles, restaurantes, bares y actividades recreativas comenzaron a poblar la zona costera. La visión de emprendedores y visionarios locales, junto con la colaboración con la Administración, propició la creación de una infraestructura turística sólida y atractiva. Grandes hoteles se alzaron frente al mar, ofreciendo comodidades y experiencias únicas a los turistas. El aumento del turismo no solo trajo consigo una transformación física de la Playa de Palma, sino que también impulsó la economía local. La creación de empleo en el sector turístico, junto con el florecimiento de actividades comerciales, generó un desarrollo económico significativo en la región.
Hotel Cristina y a la derecha el hotel Acapulco
La Playa de Palma se convirtió en un destino anhelado, no solo por su belleza natural, sino también por la diversidad de entretenimiento que ofrecía. Desde deportes acuáticos hasta vibrantes vida nocturna, la zona se consolidó como un lugar completo para satisfacer los gustos de cualquier visitante. Aunque el boom turístico trajo prosperidad, también planteó desafíos en términos de gestión del crecimiento y sostenibilidad ambiental. Esta zona ha continuado adaptándose a lo largo de los años para equilibrar el desarrollo turístico con la conservación de su entorno natural.
El boom turístico a marcó un hito crucial en su historia, transformándola de un lugar tranquilo a una joya turística en el Mediterráneo. Este fenómeno no solo cambió la cara de la región, sino que también contribuyó significativamente al desarrollo económico y cultural de Mallorca.
Zona de Ses Fontenelles
Fuentes:
Bartomeu Bestard, cronista del Ayuntamiento de Palma
Fotos Antiguas de Mallorca