El Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) trabaja para ampliar alrededor de 100 plazas la Red de Inclusión Social de Mallorca, con el objetivo de poder ofrecer sus recursos a todas aquellas personas sin techo que lo soliciten
Para incoporar estas plazas, actualmente el IMAS tiene abiertas varias líneas de actuación. Por un lado, se trabaja de forma simultánea en dos licitaciones que posibilitarán la incorporación de 70 plazas. La primera licitación es para adquirir un inmueble con capacidad para unas 50 plazas para uso residencial y la segunda es para concertar 20 plazas que pasarán a ser de carácter permanente.
Este año también está previsto incrementar las plazas disponibles que siguen el modelo Housing, un programa de inserción social personalizada. Todo, para avanzar hacia un modelo de atención mucho más individualizado y centrado en las necesidades concretas de cada persona, con la desinstitucionalización como objetivo.
El consejero de Bienestar Social, Guillermo Sánchez, ha añadido que, al tiempo que se llevan a cabo estas iniciativas, también «trabajamos en la adquisición de Ca l’Ardiaca, que sumará más plazas en la red pública y, al mismo tiempo, nos permitirá llevar a cabo una reforma de las instalaciones». Recordemos que el pasado mes de enero, durante la activación del protocolo de emergencia por bajas temperaturas, ya se incorporaron las plazas para reforzar la red.
Este esfuerzo de la institución insular para aumentar los recursos de la Red de Inclusión Social para atender a las personas sin hogar, responde a la demanda que los técnicos del IMAS han detectado en los últimos años, tanto los de la Unidad Móvil de Emergencia Social (UMES) —programa del IMAS gestionado por Cruz Roja—, como los técnicos de los diferentes albergues que forman la Red.
Sánchez recuerda que el IMAS no sólo dispone de un servicio residencial. «Cualquier persona que tenga necesidades de alimentación o de higiene personal puede acudir al servicio de inclusión social para recibir esta atención». Del mismo modo, ha remarcado que «cuando se detecta que una persona que vive en la calle tiene una necesidad vital, inmediatamente se le habilita una plaza en la red». Para llegar a toda la demanda, es importante hacer una planificación y dotar de recursos a la institución.
Recuento nuevo y metodología nueva: 440 personas sin hogar en Palma
Para sumar esfuerzos y adoptar todos los recursos necesarios, el pasado mes de noviembre el IMAS colaboró con unos 200 voluntarios en el recuento de personas sin hogar que impulsó el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, teniendo en cuenta que, desde el año 2019, no se había hecho ningún recuento oficial.
Este trabajo de campo, dirigido por el Ministerio y con la colaboración del Consell de Mallorca, ha permitido elaborar por primera vez un recuento completo de todas las personas sin hogar que viven en Palma, ya sea en la calle como en infraviviendas o asentamientos. Un registro que no se había hecho nunca hasta entonces.