En 2019, a poca distancia de la playa de las Fontanelles, en la bahía de Palma, un submarinista hizo un descubrimiento sorprendente: los restos de un barco del siglo IV. Este hallazgo fue notable por varias razones: el barco estaba cerca de la costa, a una profundidad poco común, se encontraba en un estado excepcionalmente bien conservado y estaba cargado con 300 ánforas selladas. Los investigadores sugieren que el barco podría haber partido de Cartagena con destino a Roma.
Ahora, este antiguo barco romano emprenderá un nuevo viaje. El departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca comenzará el proceso de preparación y extracción el 2 de abril, con la intención de trasladarlo a un estanque en el castillo de Sant Carles hacia finales de año. Allí, será sometido a un proceso de desalinización que durará entre 18 y 24 meses.
Después del descubrimiento, los restos del barco fueron cubiertos con sacos de arena para protegerlos y prevenir daños. El primer paso en la intervención será retirar estos sacos y la arena circundante con bombas de succión y la ayuda de una plataforma. «Es crucial asegurarnos de que no haya piezas arqueológicas en el barco y de que la nave no haya sufrido alteraciones», explica Antònia Roca, vicepresidenta y consejera de Cultura y Patrimonio del Consell de Mallorca.
Un equipo de 40 personas, incluyendo arqueólogos, técnicos, miembros de la Armada y buceadores, participará en esta operación. Se construirá una réplica a escala real del barco (con dimensiones de 12 metros de largo y 6 de ancho), y se llevará a cabo una simulación de la extracción antes de realizarla en el sitio del naufragio. Esta medida se toma por precaución y responsabilidad hacia el patrimonio.
La extracción final está programada para finales de año, como parte de un plan de trabajo más amplio y coordinado. Paralelamente, se construirá el estanque en el castillo de Sant Carles, donde el público podrá visitar y contemplar el barco original. «El museo militar en Portopí ofrece la seguridad necesaria y un horario de apertura para los visitantes», añade Roca. Por el momento, aún no se ha decidido la ubicación definitiva de la réplica, pero se planea exhibir las ánforas selladas en el Museo de Mallorca en unos meses.
El costo total del proyecto, que incluye la construcción de la réplica, la extracción y el traslado del barco, asciende a un millón de euros. Este antiguo barco ha despertado gran interés en la comunidad arqueológica internacional debido a su notable estado de conservación, lo que proporcionará valiosos insights sobre el comercio y la vida en el Mediterráneo antiguo.