Una persona vinculada a AENIB prácticamente desde sus inicios y muy conocida en el mundo de la náutica balear se acaba de jubilar. Se trata de Margarita Clar, quien ha estado al frente de Ferdinautic junto a su marido, Fernando Lesmes, desde hace ya tres décadas. Le sustituye su hijo Andrés, quien toma así el relevo de esta empresa familiar que no ha dejado de crecer desde que en 1990 se fundase Ferdinautic, y desde entonces esta conocida empresa cuenta ya con más de 30 años de experiencia en el mundo de la náutica recreativa. Dispone de un equipo técnico muy especializado en reparación, montaje y servicio post-venta de generadores, sistemas electro-mecánicos, refrigeración, aire acondicionado, sistemas eléctricos, bombas, baterías etc.
Clar asumió la Tesorería de AENIB durante muchos años y su jubilación coincide con la asunción de nuevas responsabilidades dentro de la entidad, ya que desde el pasado jueves, en la Asamblea Anual, fue nombrada secretaria de la nueva Junta Directiva, que echa a andar tras la reciente reelección en el seno de la asociación.
A lo largo de su dilatada carrera profesional ha sido testigo directo de los enormes cambios que ha ido experimentando el sector. “Cuando mi marido empezó en el año 77, solo había unas tres empresas náuticas, además de los ‘mestres d’aixa’, que son los maestros de todo el sector. Hoy, tenemos un sector náutico que ha crecido muchísimo, con mucha gente trabajando. Además, el sector está unido y nos ayudamos unos a otros, y eso es en gran medida gracias a AENIB. Animo a los que no formen parte de esta familia a unirse, porque se darán cuenta de todos los beneficios que ha aportado la asociación al desarrollo de la náutica en nuestra Islas. Porque AENIB está formada por personas que sabemos lo que es luchar por sacar adelante nuestras empresas”.
Clar narra así sus inicios en AENIB. “Estaba en Pimem, y Margarita Dahlberg vino a verme para explicarme que estaba arrancando una nueva asociación que aglutinaba a todo el sector náutico. Me dijo: ‘vente conmigo, que somos pocas mujeres en la náutica’. Le hice caso y empezamos a trabajar en dar a conocer la asociación, hacer que creciera y conseguir la atención y el reconocimiento de las administraciones hacia el sector. Al mismo tiempo, por supuesto, siempre nos hemos dedicado a echar una mano a las empresas con temas burocráticos, asesoramiento, etc., además de traer a expertos para que nos ofrezcan sus opiniones y experiencias sobre temas de interés para el sector. Como por ejemplo, la reunión telemática sobre el Brexit que hemos celebrado recientemente, o la conferencia online programada con motivo de nuestra Asamblea Anual, a cargo del catedrático de la UIB Antoni Riera”.
En este punto, recuerda que “los momentos más bonitos que he pasado en AENIB han sido en la Junta General, porque nos reunimos y podemos charlar en un ambiente distendido. Este año no lo hemos podido hacer presencialmente por culpa del Covid. Aunque, ahora tendré más tiempo para echar una mano en AENIB”, celebra, para a continuación desgranar los principales retos que tiene la náutica, y por ende la asociación, en esta legislatura que acaba de comenzar. “El Covid ha hecho un gran daño económico, y muchas empresas náuticas han tenido que hacer ERTEs o incluso cerrar. Pero si luchamos unidos, creo que saldremos. Para ello, tenemos que hacer ver a la sociedad y a las administraciones la importancia económica de nuestro sector. Asimismo, tenemos que desterrar la imagen que mucha gente tiene de que la náutica es cosa de ricos, trasladar a la ciudadanía que también somos trabajadores y que la mayoría de las empresas son pequeñas, familiares, con pocos trabajadores. Por otro lado, el turismo náutico da muchísimo dinero a Baleares, porque es turismo de calidad con una gran capacidad de gasto. El sector náutico baleare trabaja con megayates de 100 metros, pero también con barcas de 3 metros”, subraya.
Por otro lado, “el tema que más nos preocupa es el tasazo, esto es, el impuesto del 1,5% en varadero y 2,5% en puerto que la APB ha impuesto sobre la facturación de las empresas por sus trabajos en los puertos de interés general. No estamos de acuerdo, y estamos luchando por defender los intereses de las empresas náuticas. De momento, hemos conseguido que se cree una mesa de trabajo”, explica. También pone el acento en “la falta de personal cualificado en el sector, dadas las carencias de formación náutica especializada y de calidad en las Islas, que debe ser una prioridad absoluta”. Finalmente, considera que “la gran barrera que tiene la náutica en Baleares es la falta de amarres. Si hubiera más y más rampas, muchos mallorquines tendrían barca y podrían disfrutar del mar”, señala.
Como balance de estos años en AENIB, Clar recuerda que “en los inicios, Marga Dahlberg y yo tocábamos muchas puertas y ni nos recibían. Ahora, las administraciones nos toman en serio. La asociación se está dando a conocer cada vez más y actualmente es el interlocutor prioritario en todos los temas que tienen que ver con el desarrollo del sector náutico balear”. De cara al futuro más inmediato, destaca que éste “no ha cambiado, tenemos que seguir luchando por los intereses del sector. Me encantaría que se reconociera el potencial de la náutica para ayudar a levantar las Islas, ahora todos somos importantes y nuestros esfuerzo importan más que nunca”.