Un total de 202 agricultores han sido beneficiarios de las ayudas destinadas a compensar las dificultades de la producción agrícola en zonas montañosas. La medida busca preservar el paisaje tradicional balear y evitar riesgos naturales.
La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, a través del Fondo de Garantía Agraria y Pesquera de las Illes Balears (FOGAIBA), ha abonado un total de 787.952 euros en la convocatoria 2023 de ayudas destinadas al pago compensatorio en zonas de montaña en las Baleares. Estas ayudas tienen como objetivo indemnizar a los agricultores por los costes adicionales y las pérdidas de ingresos asociadas a la producción agrícola en terrenos montañosos, donde las condiciones de trabajo son más difíciles y presentan riesgos tanto naturales como sociales si se abandonan.
Un total de 202 beneficiarios, entre los que se cuentan 154 personas físicas y 48 jurídicas, han recibido estas subvenciones, que están financiadas en su totalidad por la comunidad autónoma de las Illes Balears. Los municipios beneficiados incluyen localidades como Alaró, Andratx, Banyalbufar, Sóller, Valldemossa y otros que conforman las zonas desfavorecidas de montaña elegibles para esta ayuda.
El conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, ha subrayado la importancia de esta medida para el sector primario de las islas: “Con este nuevo pago, seguimos demostrando nuestra total implicación con el sector primario de las Illes y nuestro compromiso de resolver las convocatorias cuanto antes mejor. No paramos en ningún momento del año porque somos conscientes de la necesidad de apoyar a nuestros agricultores y ganaderos”. Simonet también señaló que ya están trabajando en la resolución de la convocatoria de 2024, la cual cerró el pasado 30 de abril.
Compromisos de los beneficiarios
Los agricultores que han recibido estas ayudas están obligados a mantener su actividad agraria durante al menos el año 2023, salvo en casos de jubilación o fuerza mayor. Además, deben cumplir con los requisitos legales de gestión y mantener buenas prácticas agrarias y medioambientales en sus explotaciones. Esta medida no solo busca compensar económicamente a los agricultores, sino también asegurar que se mantenga el uso productivo de las tierras montañosas, contribuyendo a la conservación del paisaje tradicional balear y a la prevención de riesgos asociados al abandono de estas áreas.