La rápida expansión de una cepa más agresiva en la República Democrática del Congo genera preocupación global
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a declarar una emergencia mundial debido a la viruela del mono, ahora conocida como mpox, tras la detección de una nueva cepa que se está propagando rápidamente fuera de la República Democrática del Congo (RDC). Esta cepa, identificada como Clade Ib, ha provocado un brote sin precedentes en el país africano y se ha extendido a países vecinos que previamente no habían reportado casos.
El Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS decidió elevar la alerta al nivel más alto después de observar un incremento significativo de casos en la RDC durante los primeros seis meses de 2024. Según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, esta situación ha puesto en peligro no solo a África, sino que plantea una amenaza potencial para otras regiones del mundo. «Estamos viendo varias epidemias simultáneas con diferentes variantes del virus en distintos países, lo que aumenta la complejidad de la respuesta global», afirmó Tedros.
La OMS ha solicitado 15 millones de dólares para financiar un plan de respuesta regional, destinado a mejorar la vigilancia y la preparación en los países africanos más afectados. De momento, 15 países han confirmado brotes, con más de 2.000 casos reportados y 13 muertes en 2024.
La Comisión Europea ha anunciado la donación de más de 215.000 dosis de la única vacuna aprobada para prevenir la mpox, junto con 3,5 millones de euros para apoyar el diagnóstico y la secuenciación del virus en la región. Sin embargo, el alto representante de la UE, Josep Borrell, advirtió que África necesitará diez millones de vacunas para controlar efectivamente este brote.
Los expertos continúan monitoreando la situación, preocupados por la posibilidad de una mayor propagación del virus fuera de África si no se toman medidas urgentes a nivel global.