El servicio de limpieza del litoral, gestionado por la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, ha retirado un total de 6.701,83 kilogramos de residuos de las aguas de las Illes Balears durante el mes de julio. Mallorca lidera la recogida, con más de 3,5 toneladas de residuos, seguida de Menorca, Eivissa y Formentera
Palma, 22 de agosto de 2024 – Las embarcaciones de limpieza del litoral, operadas por la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, han recogido más de 6,7 toneladas de residuos en las aguas de las Illes Balears durante el mes de julio. Con una media diaria de 216,19 kilos, esta campaña ha demostrado su eficacia en la preservación de la limpieza y el mantenimiento de las aguas costeras de las islas.
Por islas, Mallorca encabezó la recogida con un total de 3.547,48 kilos, lo que supone una media diaria de 114,43 kilos. Le siguen Menorca con 1.613,73 kilos (52,06 kilos diarios), Eivissa con 1.299,23 kilos (41,91 kilos diarios) y Formentera con 241,40 kilos (7,79 kilos diarios). Las embarcaciones de tipo playa fueron responsables de la mayor parte de la recogida, con 4.184,13 kilos, mientras que las embarcaciones de tipo litoral recolectaron 2.517,70 kilos.
El plástico fue el residuo más común, representando el 50,84% del total, seguido por la madera con un 30,56% y la vegetación con un 8,43%. Además de la limpieza regular, en julio se llevaron a cabo varias intervenciones especiales para gestionar situaciones excepcionales, como la retirada de embarcaciones a la deriva, una vaca y una carabela portuguesa en Mallorca, así como troncos y concentraciones de plástico en Menorca, y restos de embarcaciones e hidrocarburos en Formentera.
Durante el mes, se detectó una baja presencia de medusas en las zonas de baño, registrándose únicamente la recogida de una carabela portuguesa en el sur de Mallorca. La Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua atendió cinco avisos, tres de ellos en colaboración con el servicio de emergencias 112 y Salvamento Marítimo.
La campaña de limpieza del litoral continuará activa hasta el 30 de septiembre, con el objetivo de mantener las aguas de Baleares libres de residuos y garantizar un entorno marino saludable para residentes y visitantes.