La exposición en la pastelería Solatz, un espacio familiar y especial, marca un cierre de etapa para el artista antes de enfocarse en su carrera como cineasta.
El pasado 21 de septiembre, Pau Mateu Sáez presentó su exposición «Hoy es siempre todavía» durante la Nit de l’Art en Palma de Mallorca. La muestra tuvo lugar en un espacio muy personal para el artista: la pastelería Solatz by Saez, negocio familiar y símbolo de la relación íntima que ha tenido con su obra durante los últimos cuatro años. Este proyecto, nacido de un proceso de introspección, reflejó la compleja relación que Pau ha desarrollado con su trabajo, combinando la satisfacción de vivir de su creatividad con la realidad de la mercantilización del arte.
Una mirada retrospectiva a su proceso creativo
La exposición se construyó a partir del archivo personal de Pau Mateu, sin necesidad de crear nuevas piezas. «No he tenido que crear obra para exponerla, sino que todo lo tenía por casa y por el estudio», comenta el artista, señalando que cada obra seleccionada representa su recorrido artístico y su relación consigo mismo.
Con un enfoque introspectivo, Pau dividió la exposición en tres mantras o reflexiones de su carrera artística: «Soy uno más», «Soy un producto» y «Soy un intenso». A través de cada sección, invita al espectador a sumergirse en los conflictos, logros y dilemas que enfrenta un artista en la actualidad.
«Soy uno más»: el peso de las obras no vendidas
En la primera sección, «Soy uno más», Mateu reflexiona sobre su tendencia a querer que su obra signifique algo más de lo que realmente es. En ella, presenta piezas que no se vendieron en anteriores exposiciones y que el artista mantuvo archivadas como un «recordatorio físico de que la exposición no fue bien». Este gesto, común entre artistas, le permitió explorar su propia inseguridad, revelando un lado más oscuro de su relación con el arte y su éxito comercial.
«Soy un producto»: la lucha por la autenticidad
En la segunda sección, «Soy un producto», Pau se enfrenta al dilema de vivir de su creatividad mientras se mantiene fiel a sí mismo. «Yo me considero cineasta, pero cuando lo ligas a la música es un videoclip, cuando lo ligas a la publicidad es un anuncio, y se desprestigia», expresa. Para representar este sentimiento, el artista creó un menú interactivo al estilo de un DVD antiguo, donde los visitantes podían explorar diferentes trabajos suyos, desde videoclips hasta anuncios.
Este montaje es una metáfora del conflicto interno de Pau entre su identidad artística y su necesidad de producir contenido comercial. “Siempre he soñado con hacer cine y este menú me permite sentir que tengo mi propia película, aunque aún no haya llegado a rodar un largometraje”.
«Soy un intenso»: la importancia de la expresión personal
La tercera parte de la exposición, «Soy un intenso», aborda su lucha interna con la bohemia y la intensidad que implica ser artista. A través de una instalación de poemas y una performance con la colaboración de Maya Lame, Pau buscaba desafiar al público y a sí mismo. La performance consistió en sellar repetidamente el mantra «Hoy es siempre todavía» en hojas en blanco, como un acto de resiliencia y repetición, que reflejaba el camino artístico del propio Mateu.
Un camino hacia el cine
Con «Hoy es siempre todavía», Pau Mateu Sáez cierra un ciclo y declara su intención de enfocarse plenamente en el cine. En palabras del artista, esta exposición fue una forma de «expresar hasta el máximo» todo lo que ha vivido y sentido durante su trayectoria. «Es la primera vez que hago una exposición en la que siento que está todo lo que he hecho, todo lo que siento», asegura.
El proyecto sirvió como una declaración de principios y una despedida de su etapa como artista multidisciplinar. Mateu confiesa que ya tiene pensadas las cinco películas que quiere realizar, inspiradas en figuras importantes de su vida, y asegura que este será su próximo gran paso: «Cuando esté haciendo cine, todo será más concreto y seguramente las exposiciones desaparecerán».
La exposición en la pastelería Solatz fue mucho más que una simple muestra de arte: fue una experiencia cargada de emociones y reflexiones, tanto para el artista como para los asistentes. Con «Hoy es siempre todavía», Pau Mateu Sáez ofrece un sincero y profundo testimonio de su camino artístico y personal, mientras se prepara para un nuevo y emocionante capítulo como cineasta.