Un estudio liderado por la UIB alerta de los riesgos para la integridad académica y la transparencia que supone el uso de herramientas de IA generativa en textos científicos.
Palma, 5 de diciembre de 2024. Un reciente estudio dirigido por el doctor Rubén Comas, catedrático del Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), ha puesto de manifiesto el impacto que la inteligencia artificial generativa tiene en la redacción de los títulos de los artículos científicos. Publicado en la revista Learned Publishing, el estudio analiza cómo el uso de estas herramientas está cambiando una pieza clave de la comunicación científica: los títulos.
El equipo ha examinado la frecuencia de 15 verbos de acción en títulos indexados en la base de datos SCOPUS, detectando un aumento significativo en palabras como navegar, mejorar y desvelar. Según el estudio, este cambio podría estar relacionado con el uso de IA generativa, como ChatGPT, para crear títulos más atractivos y accesibles, a menudo con características similares al clickbait empleado en el periodismo digital.
Beneficios y riesgos
El uso de estas herramientas puede aportar claridad y hacer la ciencia más accesible, especialmente para investigadores noveles o no angloparlantes. Sin embargo, el doctor Comas advierte sobre la pérdida de diversidad estilística y originalidad, señalando que los títulos, tradicionalmente reflejo de la voz del autor, podrían homogeneizarse bajo patrones dictados por algoritmos.
Asimismo, el estudio destaca un dilema ético y de transparencia: si los investigadores no declaran el uso de inteligencia artificial, podría diluirse la percepción de la contribución humana en la investigación.
«Los títulos son la puerta de entrada a la ciencia. Si la inteligencia artificial los homogeneiza, las implicaciones pueden ser profundas,» afirma Comas.
Recomendaciones
El estudio subraya la necesidad de establecer estándares claros para el uso de IA generativa en la redacción académica. La transparencia debe ser prioritaria para que lectores y revisores comprendan la influencia de estas herramientas. Además, se insta a editores y editoriales a desarrollar marcos éticos que regulen su uso.
El proyecto se realizó en el marco del programa «La integridad académica en la formación inicial del profesorado» y contó con financiación de MICIU/AEI y el fondo FEDER. Comas concluye: “La IA generativa puede democratizar la escritura científica, pero su implementación debe ir acompañada de reflexión ética y estándares rigurosos.”