El navegante oceánico intentará rebajar la marca de la vuelta a Mallorca en solitario establecida en 25 horas y seis minutos por Eduardo Horrach
Palma, 16 de abril de 2025 – El navegante oceánico Hugo Ramón ha zarpado este martes a las 17:03 horas desde el puerto de Palma a bordo del Cristalmina-Majorica, su velero de 6,5 metros, con el objetivo de batir el récord de la vuelta a Mallorca en solitario, fijado en 25 horas y seis minutos por el Azuree de Eduardo Horrach en septiembre de 2020. La tentativa se produce en condiciones meteorológicas favorables, con vientos del suroeste de hasta 20 nudos en el momento de la salida.
La travesía forma parte de la preparación de Ramón para su cuarta participación en la Mini Transat, la emblemática regata transatlántica en solitario que disputará este año con la misma embarcación.
“Llevaba cuatro meses esperando a que se dieran las condiciones de hoy”, explicó antes de soltar amarras. “Sabíamos que era el día adecuado gracias a la rotación de los vientos alrededor de la isla. Todos los modelos meteorológicos coincidían en que la mejor hora de salida era a las cinco de la tarde”.
El navegante valoró que algunos modelos optimistas estimaban una posible mejora de entre cinco y seis horas, mientras que otros auguraban solo una hora de ventaja sobre la marca vigente. No obstante, subrayó que “una cosa es la teoría y otra, la práctica”.
Ramón también señaló que el momento más crítico del recorrido podría situarse en el norte de Mallorca, especialmente en la zona de transición de vientos a la altura de Formentor.
Las primeras millas, hasta Cap Enderrocat, presentaron más complicaciones de las previstas, debido a un cierre progresivo del viento que impidió mantener rumbos portantes. Sin embargo, una vez superado este punto, el Cristalmina-Majorica logró igualar el ritmo del Azuree.
El Real Club Náutico de Palma, organizador del Desafío de la Vuelta a Mallorca, ha activado un protocolo de seguridad con puntos de seguimiento en Cabo Salinas, Capdepera, Formentor, Sóller y Dragonera. Además, el barco está equipado con baliza satelital y todo el material reglamentario para regatas oceánicas, lo que permite conocer su posición en todo momento.
“Estoy enfocado 100% al cruce del Atlántico”, recordó el navegante. “Esta vuelta a Mallorca me permite poner a prueba el material, la estrategia y, sobre todo, la conexión con el barco en condiciones reales. Para estar delante en la Mini Transat, necesito esa sinergia perfecta con el Cristalmina-Majorica”.