El dominio de la altura y la distancia. La dignidad de los maestros del aire. Hablan de volar como quien bosteza, surge del alma, de la necesidad de emanciparse del entorno más sagrado. Es la lucha con una mismo, la de la superación, lo de solo mirar hacia delante. No hay que extraviarse en los retos. Es mejor aterrizar seguro que dedicarle demasiado tiempo a la cama. La envidiable vida de los saltarines, una proeza que se abre camino en las calles de Palma. Ellos son justo lo que necesitamos para usarlos de espejo en nuestras luchas diarias. Te vas a caer, pero vas levantarte.
Jan tiene las ideas muy claras. Lidera una comunidad sin competitividad. segura de sí misma, porque se prueban a diario en cada salto o pirueta. Su compromiso es con ellos mismos y se ayudan para que la evolución vaya de la mano. Son jóvenes de todas las edades y de todas las inquietudes. Jan resalta que de otra forma no se habrían encontrado, aprenden los unos de los otros. Familia con la que te quedas aunque lluevan fogatas.
Cuando Jan llegó a Mallorca ya llevaba 6 años entrenando esta disciplina originaria de Francia e inspirada en un tipo de entrenamiento militar. Se unió a otros adeptos y junto a otros grupos fueron creciendo hasta formar una gran comunidad. «El parkour no es competitivo. si alguien compite es consigo mismo, con sus limitaciones físicas o mentales«.
La percepción social del parkour es de «chicos que corren peligro, que juegan con su vida o se tiran por tejados«, pero lejos de esta realidad, Jan subraya que jamás ponen su vida en peligro. A pesar de que quieren mostrar las técnicas más visuales en sus vídeos para las redes sociales, lo más importante es la seguridad. «El parkour del día a día es repetir los movimientos 10 o 20 veces. No necesariamente hasta hacerlo, pero sentir que el movimiento está técnicamente controlado«.
En cuanto a la edad, Jan es muy claro, «no existe la edad porque una persona no se adapta al parkour; el parkour se adapta a la persona«. Cada uno tiene un estilo diferente que adapta a sus capacidades físicas. Por eso existen diferentes estilos como saltos más grandes o encadenar varios movimientos. Para Jan «el parkour expresa la creatividad de cada uno usando los movimientos que crean convenientes, debido a que hay gente que viene de la gimnasia o del breakdance, incorporan los movimientos. No hay una guía de cómo hacer parkour, todo vale mientras sean eficientes«.
Todo el grupo afirma que lo más importante es la amistad que han entablado, además del descubrimiento de cómo manejar sus sentimientos y afrontar retos de forma sana y convencidos del éxito. Su forma de entender la vida es una danza con la cadencia del viento que reposa en la piedra para volver a volar. No les perdáis la pista y aprendamos de cada uno nosotros.
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PARKOUR MALLORCA
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Vídeo: Tony Carbonell
LA PALMESANA MAGAZINE