El pleno de Consell de Mallorca ha declarado hoy por unanimidad la a vela latina y los oficios y conocimientos relacionados con su práctica como Bien de Interés Cultural Inmaterial. La Comisión Política de Patrimonio lo ha elevado a pleno después de la propuesta de incoación del expediente por parte del Departamento de Sostenibilidad y Medio Ambiente del Consell de Mallorca realizado en el Consejo Asesor de Cultura Popular y Tradicional de Mallorca.
Culmina así un largo proceso que tiene como objetivo recuperar, preservar y difundir nuestro patrimonio, también el inmaterial y por eso también se protege toda la tradición y memoria oral vinculada a la vela latina, con el objetivo de mantenerla viva .
La protección de la vela latina ha sido posible en gran parte gracias a la labor realizada por Bernat Oliver, técnico de Patrimonio Marítimo, quien elaboró un informe en el que se incluye una memoria histórica, una detallada descripción de la práctica de la navegación, de los elementos y pertenencias, una relación de las tipologías de las embarcaciones tradicionales de Mallorca pareadas de vela latina y un glosario.
Según resalta el informe, «esta técnica de navegación, con todos sus utensilios y oficios, constituye uno de los ejemplos de los usos y costumbres tradicionales que se han transmitido a lo largo del tiempo y que conforman un rico patrimonio cultural resultante de la relación hombre y medio ambiente«. La vela latina es el aparato propio de las embarcaciones tradicionales de Mallorca. Se conoce desde tiempo inmemorial y es común a otras regiones del mediterráneo. Por vela latina se entiende el aparato latino y su técnica de navegación. El aparato está formado por una vela (maestra) o más de una vela (media, trique, copo), que se pueden combinar de diferentes formas.
El aparato latino consta de una jarcia y una maniobra propia que tienen una terminología específica que describe cada elemento y una terminología propia relativa a su utilización, tanto a la hora de montar el aparato en tierra como durante la navegación .
En Mallorca, los pescadores han utilizado la vela latina desde tiempo inmemorial. Las barques de bou, que arrastraban el aparejo propulsadas a la vela y por parejas, son los últimos representantes de la utilización del aparato latino en el mundo pesquero. Ejemplos que se conservan de estas barcas son los bous Rafael (Palma, 1915), Balear (Palma,1924) y San Isidro (Portocolom, 1925).
HISTORIA DE LA VELA LATINA Y VINCULACIÓN CON MALLORCA
El informe de Bernat Oliver reconoce que no se sabe con exactitud cuál es el origen de la vela latina y explica que son varias las teorías que circulan sobre su procedencia. Hay quien dice que fue introducida en el Mediterráneo por los árabes, en su avance hacia occidente procedentes del Índico y el mar Rojo, y que a su vez los árabes la habrían copiado de las velas de mariposa de los trimaranes y catamaranes de la Melanesia y la Polinesia. Otros creen que el origen es mediterráneo, porque en el Mare Nostrum, a diferencia de los grandes mares donde los vientos constantes permitían el uso provechoso de aparatos redondos, era necesario tener unos aparatos que permitieran adaptarse a los frecuentes cambios de viento.
En Mallorca la vela latina nos ha llegado desde la antigüedad a través de las galeras y otras construcciones medievales. Los últimos representantes de este aparato, ya en época moderna, fueron los jabeques.
Actualmente la práctica de la vela latina se conserva en toda Mallorca pero muy dispersa. Se concentra en el ámbito de la navegación de recreo, y específicamente más concentrada en pequeños clubes náuticos que le dedican programas para su promoción (Club Náutico Cala Gamba), o en áreas costeras donde se conserva flota de embarcaciones menores tradicionales, como Portocolom y en menor medida Sóller, Pollença y Alcúdia.
Así, algunos ejemplos de las embarcaciones tradicionales con vela latina son el llaüt, el bot, la llanxa felanitxera, el gussi o la pastera.