Juan Borel es el as de la Tierra que sopla fuerte al viento para que se eleven las fantasías de los más pequeños. Lleva mucho tiempo suspendido en el mundo de la aviación. Este trabajador del metal que le ha dado al Ejército del Aire español un hijo piloto, se aferra fuerte al fuselaje y con sus manos prodigiosas ensambla piezas inventadas de flaps, timones y alerones.
Se podría decir que lleva más de una vida dedicado a la difusión de la cultura aeronáutica. Es invitado de honor a ferias y muestras de temática militar y de aviación. Su colección de más de 200 maquetas de aviones rebosan las paredes del container, adecuado como aula didáctica, en donde junto a otros miembros de la asociación «Aviación en la Aulas» acercan los conocimientos y prácticas del mundo de la aviación.
Desde el año 1993 esta escuela que está asociada a la prestigiosa, Young Eagles Program de la Experimental Aircraft Association de Estados Unidos ha realizado multitud de bautismos de vuelo para niños de forma gratuita. Además cuentan con un programa de formación para pilotar ultraligeros. También imparten el curso de radiofonista nacional, así como diferentes seminarios enfocados a la seguridad en aeronaves deportivas.
Según Juan, desde la asociación, que se encuentra en el campo de vuelo del Aeródromo de Binissalem «Jim Oliver» invitan «a todas las asociaciones, a jubilados, militares, la Cruz Roja, a otros pueblos. Pueden contemplar unas 160 maquetas de coleccionismo y otras hechas por mi. Con Asociación en las Aulas conectamos con los colegios sobretodo para temas de manualidades en donde tenemos una exposición de estos trabajos. Lo demás es enseñanza de la aviación qué hay o qué ha habido a lo largo de la historia. Aquí lo que se pretende es pasar un rato agradable escuchando y preguntando, y dar explicaciones de cada avión cómo es, por qué es y para qué se hizo».
Estar junto a este gran hombre y escuchar su verdaderas historias de la aviación, provocan una necesidad de conocimiento que nos sacia con curiosidades y particularidades de los diferentes aviones. Como la historia del enfrentamiento entre E.E.U.U. y Libia allá por 1981, en la que Gadafi amenazó a todos los países que albergaran bases norteamericanas con bombardeos indiscriminados. «Todos los países se asustaron de que pudieran bombardearnos. En Baleares era este avión, un TU-22 Bunder en el que podéis ver las bombas que tenían que llegar a Baleares. Pero no, eso fue una fanfarronada. Podía llegar a Baleares pero no podía regresar porque no tenía repostaje. Además cuando un país amenaza a otro, las defensas siempre se activan y en el Mediterráneo, teníamos la Sexta Flota y la Armada Española, junto a la Italiana, hubieran hecho un frente provocando la inviabilidad del ataque. Pero vamos, la amenaza estuvo ahí«. [MÁS INFORMACIÓN EN EL VÍDEO REPORTAJE]
Pero no solo de historias bélicas vive la aviación, también de los éxitos de Salvador Hedilla que fue el primer piloto en llegar a Mallorca desde Barcelona o Manuel Colomer quien se considera el fundador del aeródromo de Son Bonet. Para no perder detalle de la historia qué mejor forma que conocer la aviónica. «Nos dedicamos al aeromodelismo en sus diferentes facetas«. Juan nos enseña un ala de madera hecha a mano, con sus costillas y cuadernas, que utilizan para enseñar el origen de la aviación. A pesar de que sea un gusto para los nostálgicos, lo considera improductivo y demasiado laborioso teniendo en cuenta otros materiales más modernos como el plástico, la fibra o el carbono.
Aunque por lo que es más conocido y por lo que ha recibido las felicitaciones de centros educativos, instituciones y amigos es por sus maquetas hechas con materiales reutilizables como los palitos de un polo, los tapones de botellas o envases de helados. su ingenio no deja de sorprender, porque después de más de 300 maquetas hechas de este tipo, asegura que no ha repetido ninguna.
Uno de los proyectos más destacables que han realizado con centros educativos fue la creación del proyecto School of Flying. Una iniciativa que comenzaron los alumnos de cuarto de ESO y Primero de Bachillerato, del colegio Aixa-Llaüt, en colaboración con Aviación en las Aulas, y que tenía por objetivo construir un aeroplano ultraligero. El modelo, llamado Bipouchel, se empezó a construir en septiembre del 2016 y realizó su primer vuelo en 2018.
Este aula didáctica da la posibilidad de conocer todas las partes de un avión, «se enseña cómo es el avión, por qué vuela. Enseñamos cómo se llama cada pieza un avión y qué función tiene en el avión, como por ejemplo las alas, el timón de dirección, el alerón de guiñada, en fin cada cosa tiene su explicación«. Tienen exposiciones de pósters aeronáuticos, «también damos paso a la poesía aeronáutica«.
La compañías aéreas también tienen su espacio en la exposición, «aunque la mayoría ya ha desaparecido, siempre tengo un contacto histórico. Nuestro trabajo, a parte de avanzar y conocer las técnicas modernas, también dar a conocer lo que es la aviación. Aquí decimos una cosa muy importante, lo que hoy hacemos lo aprendimos ayer, pero no quiere decir que mañana será viejo«. [MÁS INFORMACIÓN EN EL VÍDEO REPORTAJE]
Una de las actividades que Aviación en las Aulas hace con los niños es la de que aprendan los principios de la sustentación. Lo enseñan a través de un avión de corcho con toda la apariencia de una avioneta de competición. Como Juan nos explica «¿cómo se consigue?. Pues cuando un niño tira el avión hace una acción y el aire que viene de frente hace una reacción, la suma de ambas produce la sustentación. Tenemos que conocer a qué velocidad viene el viento. si lo tiras hacia arriba probablemente se caiga dando una vuelta sobre sí mismo. Pero si lo tiramos más bajo él solo con el aire que viene de frente se elevará«.
Para finalizar la visita nos cuenta uno de las anécdotas más destacadas y a la vez más emotiva. La donación de un particular de una avioneta Eurfox de patín de cola. Juan se pone serio para contarnos esta historia. Era un piloto de Jumbo propietario de la avioneta comprada en Portugal que aún estaba en construcción. Durante el periodo de fabricación de la nave, sufrió una grave enfermedad de huesos. Cuando el avión estuvo listo para entregar, este buen hombre no tuvo el valor suficiente de volver a volar, debido al avanzado estado de su enfermedad. Entre dos asociados fueron a buscar el aparato a Portugal a bordo de un ultraligero y dando los salto necesarios a través de Andalucía y Levante, regresaron a Mallorca. Viendo la imposibilidad de hacerse cargo y disfrutarlo, prefirió donarlo, en sus propias palabras, «para que lo niños aprendiesen a volar».
Esto demuestra que los amigos de la aviación son personas con un gran corazón, llenos de camaradería y ansiosos por contar anécdotas e historias de su amada aeronáutica. ¡¡Acercaros a los aeródromos!!.