Lo último que querría ver antes de desfallecer, es un brazo armado de una mano envuelta en el paño indeleble del fuego. La fuga en la ventisca de cristales, asustado por el crepitar de la chapa. La manos robustas que hacen callo con acero para elevar tan fácilmente la carne. Una sonrisa detrás del cristal que se hace añicos Unos ojos intensos detrás del protector ocular mientras mi cara se refleja impávida, porque los camiones ya cierran el paso.
No es fácil creerse bombero y menos acertar en cada rutina diaria. La repetición, lo exhaustivo, la dedicación. Exhortados por una ventisca otoñal y unos sargentos curtidos en cien mil fuegos. En este preciso instante están a punto de montarse en su camión, rojo de savia y frío, los nuevos Bomberos de la última promoción. Un supuesto práctico que les marcará el pico y la pala a fuego lento y para siempre.
Se puede sentir el latido vibrante de cada uno de esos corazones ardientes. No le temen al fuego porque en su pecho la llama perece. No miran atrás porque el humo no deja verles. Se cuelgan a cualquier altura justo donde los pájaros se inclinan para desobedecer al viento. La chapa se dilata al paso de sus herramientas hidráulicas.
Seguimos la instrucción de los alumnos de nueva incorporación de los Bomberos de Palma. Durante varias semanas reciben formación de rescate vertical e intervención en accidentes de tráfico. El portavoz de los Bomberos de Palma Rafa Bonnín nos explica que los 12 alumnos de última incorporación se han dividido en 2 grupos.
Uno de ellos se ocupa de las labores de excarcelación de las víctimas de un posible accidente de tráfico. Estos alumnos del Curso Básico de Bomberos usarán diferentes herramientas hidráulicas, mecánicas y manuales para poder acceder al interior de los vehículos, estabilizarlo y rescatar a la víctimas. El otro grupo se instruirá en rescate vertical. Se les da unas nociones teóricas de todo tipo de nudos, del material que se ha de emplear y practican para el supuesto práctico en la Torre de Maniobras del Parque de Bomberos de Palma en Son Malferit.
Estos hombres y mujeres de nueva incorporación conocen muy bien la dedicación que requiere esta oposición. Tienen muy claro su sacrificio. Un sacrificio que es para siempre. Para Vicente Lara el Bombero más joven de la promoción es un honor poder formar parte de este Servicio. «Siempre he admirado mucho la figura del Bombero. Cuando decidí presentarme, me dediqué la 100%. No hay nada mejor que servir a tu gente y a tu ciudad«. Vicente continúa diciendo que «han sido muchas horas de estudio y de entrenamiento. Tienes que renunciar a muchas cosas«.
Para Jun Vega que es el Bombero más mayor de los seleccionados en este última convocatoria la estrategia es «es verdad que en la oposición tienes que ir acumulando conocimientos porque son muchos temas. Física, química. leyes, administración y es un proceso largo«. Juan no sdice que no le tenemos que tener miedo a la oposición. «Tengo 42 años y hay que cuidarse un poco más, dieta. Intento estar todo el año a un 80% en cuanto a forma física. La edad te da un factor de sabiduría, de cuidarte, de no pasarte con los entrenos. De hacer entrenos de calidad en vez de tanta cantidad«.
Ahora que todo está en nuestras manos. Seamos más fuertes. Aprendamos de la abnegación de estos hombres y mujeres. De su filosofía, de su talento y de todas las sirenas que giran en nuestro entorno.
¡¡¡Visca els Bombers de Palma!!!