El atelier de María Genovard eleva al levante mallorquín hacia una veleta de obras de arte, delicias y telas bordadas a mano. Todo su mundo envuelve al aroma mediterráneo. Su fusión podría ser como la de una hoja seca que se moja con la saliva de una sirena varada, creando un corpiño de acero liviano y ajustado para un evento informal en alguna cala megalítica.
Su recorrido vital le ha llevado desde el mundo comercial, el diseño de moda, la pintura, la escultura y la promoción y gestión de eventos a la reflexión enredada de una vitalicia sabia que sabe más por currante que por demonio. Su singularidad con una presencia imponente, colorista e impregnada de una devoción por las telas holgadas. Invitada de lujo a todo evento veraniego que se preste e involucrada en el reconocimiento de la moda balear transmite la máxima serenidad y una humildad artística digna de mención.
Mundo artístico
Desde hace unos 23 años inició su carrera artística de forma autodidacta. Se dedicaba a reciclar diferentes materiales. Se dedicaba a combinar telas delicadas como la seda con otros materiales más ásperos. reconoce que no sabe pintar pero que disfruta creando texturas, «la última exposición que he hecho está inspirada en un viaje a la India. Todo el mundo me decía que haría colorín, colorado pero lo que hice fueron texturas con hilo de algodón, con hilos de seda, con arena de Mallorca».
Para los trabajos escultóricos se decanta por un estilo muy dinámico en el que las estructuras se rizan «siempre en movimiento, que me de el efecto de que están en movimiento«.
Recuerda como para la creación de una de su colecciones, la casualidad jugó un papel muy importante. Estaba buscando a algún artesano de oficio que pudiera cortarle un mármol a medida y «vi como los trabajadores estaba trabajando sobre unos tablones marinos. Cuando iban cortando el mármol iban dejando rayas en el tablón. Me encantó ver esas piezas de madera. Y enseguida dije -lo quiero, lo quiero-. Les propuse traerles uno nuevo para que trabajaren sobre él. Entonces yo me dedicaba a rellenar de colores los parches, como les llamo yo«.
María es una reconocida escultora de trofeos y son muchas la instituciones que requieren de sus diseños para conmemorar o premiar en algunos de sus eventos, desde la Asociación de Periodistas de Baleares, la Federación de Trot o asociaciones como la de la Dislexia han sido algunas de ellas.
Mundo de la moda
María reconoce que el mundo de la moda le ha gustado desde que nació. Tuvo la suerte que la madre de una buena amiga era maestra de Corte y Confección. «Cuando iba a sus casa jugaba en vez de jugar con mi amiga, me iba con su madre. A partir de aquí hice Corte y Confección y Patronaje«. Abrió su primer negocio a los 18 años con una tienda de ropa física que la mantuvo durante 30 años. Además de vender marcas, también ponía a la venta sus diseños exclusivos. Uno de sus diseños más demandados eran los vestidos de novia. Calcula que alrededor de 600 novias ha llevado sus creaciones en el día más importante de su vida, una gran responsabilidad.
Tras 30 años dirigiendo su negocio, decide dar un vuelco a su vida aunque sin abandonar lo que más le gusta, la moda.. Así es que los siguientes 10 años los aprovecha en la realización de eventos referentes a la moda balear. Uno que recuerda con especial cariño es el evento -Eurobijoux- en Menorca. «Cogíamos a todos los diseñadores de la isla y en combinación con Tolo Crespí, montábamos los desfiles. Tuvimos la oportunidad de ir a Shangai.a enseñar el producto mallorquín. Con la moda Adlib llevamos el contacto con todos los diseñadores. Después tuve 2 encargos del parte del Govern Balear,-Balearictrends- y -Balears es moda-. Que era la combinación de todos los diseñadores de Baleares. Después tuve una idea de lo que estoy muy orgullosa. Los diseñadores siempre se quejaban de que algunos de ellos podían escoger mejores telas que otros, por lo que propuse que todos tuvieran el mismo tamaño y tipo de tela. El resultado va maravilloso«.
Atelier
Para María esta tienda es un invento que tenía en mente desde hacía un tiempo, es combinar todas las disciplinas artísticas en un solo lugar. Para solucionar el problema de los hombres o mujeres que detestan ir de comprar ha colocado unas mesas en el exterior e interior para que se puedan tomarse un cafetito o un vinito y hacer más llevadero ese momento. «Hay un poco de todo. Ahora estoy montando una zona outlet, luego montaré una zona vintage. Y como no, la zona de arte en donde se pueden ver todas las obras«.
La idea de la tienda es también dar difusión a artistas que quieran exponer sus obras convirtiendo el atelier en un lugar de encuentro cultural. Todo un fenómeno social.