La temporada náutica de recreo enfila su recta final a toda vela a pesar de las dificultades y obstáculos que no han faltado a lo largo del año. “El mercado náutico viene sufriendo una desaceleración inicialmente provocada por la crisis logística y falta de suministros, y agravada en los últimos meses por la guerra de Ucrania y la incertidumbre general que se está instalando en la economía. El mercado del chárter resiste con las mismas cifras registradas en el mismo periodo del pasado ejercicio, lo que muestra que la afición a la náutica y el consumo de turismo náutico sostenible, sigue estando entre las propuestas elegidas por los usuarios”, según el secretario general de ANEN, Carlos Sanlorenzo.
Según los últimos datos del mercado náutico nacional, publicados por ANEN, al cierre del mes de agosto, el mercado náutico balear acumulaba 958 matriculaciones de embarcaciones de recreo, lo que supone un descenso del 5,62% con respecto al mismo periodo del año pasado. Este descenso ha sido más suave en el archipiélago que en el conjunto de España, donde se ha registrado una caída del 17,1%.
A lo largo del primer semestre de 2022, la cifra de matriculaciones de embarcaciones de recreo en Baleares permaneció prácticamente idéntica a la registrada un año atrás, mientras que cayó un 15% en el conjunto de España. De esta manera, el archipiélago avanza en liderazgo nacional al aglutinar ya dos de cada diez matriculaciones de embarcaciones de recreo registradas en España y tres de cada diez en el mercado de alquiler, en el que Baleares ha crecido un 27% en lo que va de año, frente al descenso del 3,4% registrado en el conjunto de España.
“Estos datos no recogen todos los pedidos de embarcaciones que están pendientes y no han podido llegar todavía debido a la crisis de stock, por lo que podrían ser aún mejores”, apuntaba Jaume Vaquer, presidente de la Asociación de Empresas Náuticas de las Islas Baleares (AENIB), al conocer estos datos. Eso sí, advertía, “no sería sensato echar las campanas al vuelo de cara al futuro, porque la incertidumbre económica parece no augurar muchas alegrías de cara a los próximos meses”, añade.
Nova Náutica Mallorca, empresa familiar local dedicada a la venta de embarcaciones con motor fuera borda de hasta 8 metros, es un ejemplo paradigmático de la situación del sector. “Tenemos unas cifras idénticas a las del año pasado, así que vamos a la par que el mercado”, indica su gerente, Tina Campins. “Nuestro principal problema es la falta de motores, debido a la falta de suministros. Afortunadamente, hicimos los pedidos con mucho tiempo de antelación. El pasado agosto ya teníamos hechos todos los pedidos de la temporada a todos los astilleros, cuando normalmente no lo hacemos hasta octubre. Sin embargo, no nos pudieron asegurar dichos suministros. Sea como sea, recibimos la totalidad de las embarcaciones, pero faltan motores. Ello nos ha impedido trabajar la campaña de remotorización, destinada a usuarios que quieren cambiar de motor por obsolescencia del anterior o para aumentar la potencia. Muchos tendrán que esperar”, lamenta.
“Después de 30 años en el sector, nunca habíamos vivido una temporada tan atípica, marcada por una altísima demanda para la que no hay oferta disponible. Al no haber stock en toda Europa, hemos recibido muchísimas solicitudes de presupuesto de muchos lugares, pero no hemos podido culminarlos con ventas”, explica.
A ello se ha sumado el aumento de la inflación registrado en los últimos meses a consecuencia de la guerra de Ucrania, especialmente en lo que toca encarecimiento de los combustibles. “Llenar el depósito para salir al mar es ahora el doble de caro”, sentencia Campins. “Aunque no creo que suponga un freno definitivo para los amantes del mar”, matiza.
Por otro lado, la falta de stock se ha traducido en un incremento de ventas de los motores, componentes y productos de segundas y terceras marcas, a falta de los de primeras marcas.
“De cara al año que viene, nos preocupan las previsiones de subidas de intereses. Llevamos ya tres subidas de tarifas de todas las marcas que representamos y se prevén más, ya que a los astilleros les han subido los precios de las materias primas”, explica. “Sea como sea, hay que ser optimistas y seguir trabajando como hemos hecho hasta ahora”, remacha.
En palabras de Carlos Sanlorenzo, “los datos del mercado náutico, que continúa afectado por la crisis logística de suministros que viene impactando desde mediados del año pasado provocando retrasos en las entregas de embarcaciones, reflejan una tendencia a la estabilización del sector tras dos años de fuerte crecimiento. La demanda de actividades náuticas, a pesar de la incertidumbre en la economía para los próximos meses, sigue creciendo como demuestran la cantidad de barcos que navegan por las costas españolas este verano, manifestación de que el turismo náutico sigue siendo una tendencia de ocio al alza”.