Jordi Maranges es L’home més sexy de part forana y supone el inicio de un nuevo camino. Jordi deja atrás la pista de baile, la referencias al pop sintético de los 80’s o la fiesta Drag por una vuelta a lo más simple; «al misterio de componer buenas canciones pop«, afirma. Para este nuevo single y los próximos (que son un avance de un LP para el próximo año) «no he podido sustraerme al hachazo de la realidad: la
diagnosis de una enfermedad crónica, la muerte de mi madre, el fin de una relación sentimental«.
Jordi Maranges
Jordi Maranges fue la cara visible de la banda mallorquina, El Diablo en el Ojo, una banda de rock oscuro y elegantes pretensiones formada en 1998. Grabaron 2 elepés con el sello Primeros Pasitos, haciendo giras por la península, ocupando un privilegiado lugar en la escena indie de los primeros dosmiles. Tuvieron exitosas apariciones en dos ediciones del FIB, el Mercado de Música Viva de Vic, el Festival Isladencanta, y fueron teloneros de The Make Up, Jack o Manta Ray.
Se fue a Barcelona junto al pianista Marco Melià y montamos El Piano Ardiendo, un combo en el que mezclábamos a Jacques Brel, Tino Casal y un poco de cabaret berlinés. Grabamos una demo que quedará en los anales de la música inclasificable.
Empezó a escribir canciones propias como Jordi Maranges y publicó su primer disco en solitario, El baile de los cangrejos (2010), un diario existencial con toques neorrománticos que estuvo sonando en el programa Siglo XXI de Radio 3, y una canción del disco fue elegida como sintonía de un programa de TVE 2. En Berlín colaboró con la cantante de cabaret Cora Frost, un antiguo sueño cumplido.
Regresó a Mallorca y compuso el EP Circo del amor y salió de gira por media España. Más tarde vendría su segundo ep, El cazador, con el tema del amor, y sus extraños engranajes, como protagonistas. También viajó a Grecia con el cantante Giorgis Christodoulou, con quien hizo una serie de conciertos en el país heleno, y otros tantos aquí en España, con el proyecto Transmediterranean Express.
Más tarde vendría su segundo EP, El cazador, con el tema del amor y sus extraños engranajes como protagonistas. El último trabajo lo recibió muy buenas críticas en publicaciones como Mondosonoro, Butxaca, etc. El videoclip del primer single, «La estación pactada», ganó el primer premio como mejor videoclip en el festival de cine FECICAM.
Estas canciones que ha preparado están envueltas en un ambiente de crispación y estrés nuclear. Estas canciones nacen del estupor y el dolor; de la perplejidad y la necesidad de purga. L’home més sexy de part forana es un canto a la naturaleza y al hombre rural (pero también al bosque mediterráneo, la montaña, las encinas, oliveras…) que empezó como epitafio llorón y terminó reconvertida en una canción pop queer con vocación de himno rural. La grabación fue realizada en su homestudio, las mezclas y algunos elementos extras se grabaron en Estudis Favela, bajo la tutela de Michael Mesquida.
La fruita més primerenca, es una relectura de una “tonada” de campo. «Una canción popular mallorquina que es un lamento atávico, un blues litúrgico con piano y sintetizadores que miran a las bandas sonoras de los 70’s. Descubrí esta canción a través de Biel Majoral, a quien admiro profundamente, pero de quien he querido alejarme al máximo con el fin de evitar cualquier pretensión purista o folklorista«.
Las dos canciones se han masterizado en Urban estudios, Palma. Con Rafa Rigo a los controles.
Estreno
Fecha de estreno: 10 de noviembre 22
Únicamente en plataformas digitales
Sello: Fep producciones
Influencias: BSO de los 60s-70s, John Grant, Maria Arnal/Marcel Bagés