Álex Pérez Herrera es un nombre que resuena con fuerza en el ámbito del baloncesto balear. Su dedicación inquebrantable al desarrollo de este deporte, tanto en las categorías de formación como en el ámbito profesional, lo han convertido en una figura clave dentro de la comunidad del baloncesto en las islas. Con una trayectoria que abarca desde la base hasta la élite, su experiencia en clubes como el Bàsquet Pla, Club Bàsquet Consell y su etapa en la LEB Oro con el Palmer Palma le han brindado una perspectiva única sobre las necesidades y oportunidades del baloncesto en Baleares.
Palma, 25 de enero de 2025. Además de su labor como entrenador, Pérez Herrera ha demostrado un compromiso absoluto con la formación de nuevos talentos y entrenadores, impulsando el crecimiento del baloncesto desde la raíz. Su pasión por el aprendizaje constante lo ha llevado a compartir su conocimiento a través de su blog, donde ofrece herramientas y reflexiones que inspiran a técnicos de todas las categorías a mejorar día a día. “Vivirlo, tener pasión, querer ser mejor cada día” es una de sus máximas, reflejando su firme creencia en la importancia de la formación continua y la autoexigencia.
Su reciente elección como presidente del Comité de Entrenadores de la Federación de Baloncesto de las Islas Baleares (FBIB) supone un nuevo desafío en su carrera, con la misión de fortalecer el papel del entrenador como guía y referente en el crecimiento de los jugadores. Para él, el entrenador es mucho más que un técnico; es un mentor que debe acompañar y potenciar el talento de los jugadores en todas sus facetas, tanto dentro como fuera de la cancha.
Pero su vida no solo gira en torno al baloncesto. Álex Pérez Herrera también es brigada en el Ejército de Tierra, una experiencia que le ha brindado habilidades valiosas en liderazgo, disciplina y gestión de equipos. La combinación de estas dos facetas de su vida le ha permitido desarrollar una filosofía de trabajo basada en la constancia, el esfuerzo y el trabajo en equipo, valores que considera esenciales tanto en el deporte como en la vida.
En esta entrevista, Pérez Herrera comparte su visión sobre el presente y futuro del baloncesto en Baleares, los retos que enfrenta como presidente del Comité de Entrenadores y su compromiso con la formación continua de jugadores y técnicos.
Has sido elegido presidente del Comité de Entrenadores de la FBIB. ¿Cuáles son tus principales objetivos al frente de este cargo y qué retos enfrentas en el desarrollo del baloncesto balear?
Lo primero que tengo que decir es que el nivel del entrenador/a en Baleares es alto; la prueba es la cantidad de jugadores/as que salen cada año hacia canteras importantes de la Península. Y, por supuesto, el gran número de entrenadores/as que están ocupando puestos en esas canteras o equipos profesionales tanto en la península como en el extranjero.
Por ello, lo primero que deseo es crear un sentimiento de pertenencia y sentirnos orgullosos, olvidar complejos y aumentar la participación colectiva de nuestro estamento en diferentes actividades. En resumen, ser mucho más corporativistas. Para lograrlo, estamos ofreciendo recursos para la formación continua, debates con el fin de mejorar la situación actual del entrenador/a, y actividades que ofrecen apoyo, asesoramiento y colaboración en las necesidades de los clubes, directores técnicos y entrenadores/as.
Tu experiencia como entrenador abarca diferentes categorías y clubes en Baleares, incluyendo tu paso por la LEB Oro con el Palmer Palma. ¿Cómo ha influido esta trayectoria en tu visión del baloncesto formativo?
Cierto, he pasado por todas las categorías posibles, desde preminis a juniors, y tocando además la dirección técnica de canteras. Entrenar a profesionales es una experiencia enriquecedora, pues te da una visión global. Poder vivir el mundo profesional te abre los ojos y aprendes rápidamente sobre las necesidades de los jugadores/as y del equipo. Se vive muy intensamente y debes estar al 100% de concentración y dedicación para ser útil al jugador y, en consecuencia, al equipo.
Te cambia muchas de las ideas que hasta entonces tenías como dogmas de formación, sin hablar de metodología ni de liderazgo, que cambian por completo. Creo que todo entrenador de formación debería formarse en paralelo, estando en categorías profesionales y de formación, siempre tutorizado.
Veo muchas prisas en los jóvenes entrenadores, quizás porque solamente desde el basket profesional se pueda vivir de este deporte. En resumen, creo que es necesario conocer al máximo nuestro deporte y tener tanto a nivel de titulación como de experiencia, las máximas posibles. Y creo firmemente en la idea de un tutor-orientador.
En tu blog para entrenadores compartes muchas herramientas y reflexiones sobre la profesión. ¿Cuál crees que es la clave para que un entrenador siga evolucionando?
Vivirlo, tener pasión, querer ser mejor cada día. Seguir formándose de manera multidisciplinar (no solo a nivel técnico o táctico, sino también en preparación física, liderazgo, psicología, estadísticas y nuevas tecnologías) y adaptándose, ya que estamos en un mundo y deporte que evolucionan constantemente.
No podemos vivir de espaldas al mundo. Las relaciones con otros compañeros/as y asistir a formaciones, reuniones o entrenamientos de otros nos ayudan a seguir evolucionando, a estar pensando y reflexionando sobre nuestra metodología.
Desde tu posición como seleccionador balear cadete, ¿cómo valoras el nivel del baloncesto de formación en las islas y qué aspectos crees que se deben potenciar?
El baloncesto de formación en Baleares goza de buena salud, pero echo en falta que aprovechemos el atractivo turístico y los medios económicos que tienen las islas.
Desearía que tuviéramos un club en la élite con una cantera de referencia que sea capaz de atraer jugadores y frenar esta salida prematura y continua de talento a la península.
A lo largo de tu carrera, has sido un defensor del papel del entrenador en el desarrollo del jugador. ¿Qué importancia crees que tiene el entrenador en la evolución del baloncesto actual?
Este deporte es de los jugadores; cada vez creo más en ese entrenador guía, que deja que fluya el talento y acompaña al jugador. Debemos estar muy despiertos para ayudar al crecimiento de nuestros jugadores, mejorarlos en todos los planos, incluso en el personal.
El entrenador que no mejora a sus jugadores no es útil para el equipo; debemos estar al servicio de ellos, no al contrario. Y para poder potenciar al jugador, debemos tener una gran empatía y conocimiento del jugador y del deporte.
Además de tu carrera en el baloncesto, eres brigada en el Ejército de Tierra. ¿Cómo ha influido tu formación militar en tu filosofía de entrenamiento y gestión de equipo?
Desde muy joven, a los 18 años, ya lideraba grupos de soldados. Aprendí mucho de los veteranos, y con el tiempo, adquirí experiencia en la gestión de equipos. Los valores de lealtad, disciplina, abnegación, valor y compañerismo son totalmente extrapolables al deporte.
He aprendido a relativizar y a liderar con empatía. Ahora, incluso en la milicia, el liderazgo ha evolucionado; ya nadie manda solo por su cargo, sino que debemos ser convincentes, estar preparados y liderar desde la admiración que nos da el conocimiento.
Para finalizar, ¿qué mensaje te gustaría transmitir a los entrenadores jóvenes que están comenzando su carrera en el baloncesto balear?
Que no tengan prisas en quemar etapas. Que se formen cada día, que busquen un referente cercano o un tutor, y que estén en constante debate y formación. Desde el conocimiento y la reflexión viene el crecimiento.
Y me despido ofreciendo mi ayuda a cualquiera que lo necesite a través de mis redes sociales. #CompartirEsCrecer