Este año se cumplen varias efemérides muy importantes en el
ámbito de la aviación balear. El primero fue el aterrizaje del pionero de la
aviación española Manolo Colomer, el 25 de febrero de 1921, lo que supondría el
inicio de actividades en el futuro aeropuerto de Son Bonet, por aquel entonces un
Cuartel de Ingenieros situado en la parte sureste del actual Aeródromo.
Durante su estancia en Mallorca Manolo Colomer junto a su
mecánico, Manolo Trilla realzaron vuelos de bautismo del aire y de turismo. La presencia
de los pilotos catalanes hizo resurgir el interés de los grupos económicos
locales por el establecimiento de una línea aérea con la península.
El 20 de marzo de 1921 se anunció la creación de una
compañía mallorquina de navegación aérea, que incluía la adquisición de un
Macchi M-9 por un importe de 16.000 pesetas. Así pues, el principal impulsor, Josep
Tous Ferrer, constituye la Compañía Aero Marítima Mallorquina el 29 de maro del
mismo año. La sociedad sería presidida por Joaquín Gual de Torrella y el encargado de la dirección y el asesoramiento técnico del proyecto sería Manolo Colomer, que fichaba por esta compañía, abandonando su actividad recreativa.
El consejero delegado de la compañía Fernando España y Manolo Colomer viajaron hasta la localidad italiana de Sesto Calende, donde la marca de aviones Savoia tenía su factoría. Allí Manolo obtuvo la licencia para volar en hidros y Fernando negoció la adquisición de un Savoia S. 16 que hizo su aparición en los cielos mallorquines el 31 de mayo de 1921. Antes de la llegada del Savoia la Aero Marítima había construido un hangar y diferentes espacios auxiliares en la zona de el Jonquet de Palma.
El 2 de junio de 1921 tuvo lugar la presentación en sociedad del aparato, un acto que congregó en el puerto de Palma a todas la autoridades civiles y militares de la isla. El hidro fue bautizado con el nombre «Mallorca» y debido a un descuido accidental, en el que durante la bendición, alguien pisó el asiento provocando el bloqueo de los cables de mando, aquel día no pudo alzar el vuelo.
Mientras la directiva espera que llegaran todos los permisos administrativos para iniciar la actividad, el Mallorca realizaba vuelos de promoción y excursiones aéreas. El 19 de julio de 1921 el Consejo de Administración dimitió debido al estancamiento de las negociaciones con el gobierno.
Según la Asociación de Amigos de la Aviación Histórica, «¿cuál fue la causa de este mal resultado?. Podríamos citar varias, entre ellas y tal vez la más importante, las supuestas maniobras realizadas ante la administración por personas influyentes que pretendían para ellos este servicio y así obtener los beneficios que reportaba. Durante su existencia, fueron frecuentes las temporadas que estuvo parada por la
exigencia de algún trámite administrativo«.
Finalmente el 15 de diciembre de 1921, la Dirección General de Correos y Telégrafos adjudicó la línea a la Aero Marítima. Para cumplir con las bases del concurso el Consejo de Administración se reunió de urgencia para la adquisición de aviones y la contratación de pilotos y mecánicos. Además en el Jonquet se estaban construyendo dos nuevos hangares para albergar a los nuevos hidros, que empezaron a llegar el 9 de febrero de 1922 con la incorporación de los Macchi 18 y otros Savoia, que serían bautizados el 19 de marzo.
El 20 de marzo de 1921 se realizó el primer despegue oficial de la compañía sin carga. Mientras el avión realizaba el vuelo con destino a Barcelona, en Palma se recibió un telegrama del Ministerio de Fomento por el que se cancelaban todos los vuelos de la Aero Marítima. El motivo no fue otro que la falta de documentación.
Por fin el 7 de abril se autoriza el inicio de los vuelos de la compañía para el día siguiente, saliendo del puerto de Palma el Barcelona pilotado por Passaleva y Duró con 250 cartas. Por su parte, Colomer y Tizzi salieron de Barcelona con el Ibiza. La estación de Sóller dio la alarma a todas las embarcaciones que navegaban por la zona para iniciar la búsqueda del hidro Ibiza del que no se tenían noticias desde su salida de la ciudad condal.
Al día siguiente se recibió un telegrama de Barcelona en el que se podía leer que la tarde anterior el velero Margarita Taberner de Vinaroz había recogido a 25 millas de Barcelona al piloto Tizzi, sin conocer el paradero de Colomer. Según Tizzi el accidente se produjo por la rotura de una biela que fue a dar contra el cárter y destrozó dos de los tubos del motor. El cuerpo de Colomer no fue encontrado.
Hasta el 15 de agosto se realizaron 55 vuelos completos Palma-Barcelona-Palma. Nuevamente se suspende el transporte de correo con esa ruta debido a diferentes accidentes y a la falta de dispositivos de comunicación entre los aviones y estaciones fijas en tierra. Para poder subsanar las deficiencias logísticas la Aéreo de asoció a principios de noviembre con la Compaigne General de Enterprise Aéronautique CGEA francesa, que se incorporó al Consejo de Administración y aportó nuevo material y pilotos y mecánicos.
En junio de 1923 se reiniciaron los vuelos de la Aéreo Marítima pero a pesar de la instalación de los equipos de radiotelegrafía y radiotelefonía, del éxito de los vuelos de ensayo y del transporte de pasajeros, la falta de subvención estatal provocó la suspensión de los vuelos.