Investigadores del Departamento de Ciencias Matemáticas e Informática de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) han analizado la utilización de ChatGPT como herramienta de apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los autores concluyen que el uso de chatbots como asistentes será positivo en este contexto, pero que requerirá adaptaciones importantes en la forma en que se imparten los estudios y de la clase de actividades que se solicitan a los estudiantes. Incluso, apuntan que será necesario que se modifiquen los planes de estudios y la organización actual de las titulaciones.
El análisis se ha basado en ejemplos de tareas elaboradas por profesores y otras elaboradas por estudiantes. Se ha usado ChatGPT para llevar a cabo las tareas y, una vez obtenidos los resultados, se han analizado los resultados.
En concreto, desde el punto de vista de los profesores, se ha utilizado ChatGPT para elaborar material didáctico, crear enunciados y soluciones de ejercicios y prácticas, evaluar respuestas de alumnos o planificar la docencia. Desde el punto de vista de los alumnos, se han realizado pruebas en apartados como la resolución de actividades, la generación de resúmenes y material de estudio, la autoevaluación del aprendizaje y la redacción de informes técnicos.
Todos los diálogos y peticiones (promptos) de las pruebas realizadas están publicados en un repositorio de acceso abierto y se han referenciado a los artículos publicados. De esta manera, la comunidad universitaria tendrá a su disposición los ejemplos concretos que les pueden servir de inspiración para aplicarlos en la realidad de su propia docencia y saber qué pueden llegar a hacer los alumnos con estas herramientas.
Limitaciones en ejercicios prácticos y de razonamiento complejo
Los investigadores apuntan que ChatGPT muestra un comportamiento «más que adecuado» a la hora de generar material, ejercicios, contenido o programación docente, entre otros. Por el contrario, han detectado limitaciones en la evaluación de contenidos, especialmente en aquellos más prácticos y en los que requieren un razonamiento más complejo. Con todo, la evaluación de contenidos teóricos ha sido «muy aceptable».
Además, se ha destacado la importancia de una redacción adecuada y precisa de los prontuas o peticiones que se solicitan a ChatGPT, ya que de éstas depende en gran parte la idoneidad de las respuestas generadas.
En cualquier caso, los autores señalan que estos estudios iniciales se han llevado a cabo con la herramienta ChatGPT 3.5, pero que es necesario volver a hacer el mismo análisis con otras herramientas de inteligencia artificial generativas y con la nueva versión de ChatGPT 4.0, ya que han demostrado un rendimiento mucho más elevado en el ChatGPT 3.5.