En CineCiutat siempre estamos con la palabra “innovación” en la boca,
buscando el lugar de los espacios culturales ciudadanos en las sociedades
del futuro. Sin embargo, algo que tal vez atraiga menos focos, pero que
defendemos igual, es el valor del conocimiento en la tradición y el saber
popular. A él nos hemos remitido para acometer esta nueva etapa y así ha
empezado un proceso de deconstrucción y vaciado que dé paso al
CineCiutat que vendrá.
Llevamos días haciendo números, valorando opciones, viendo limitaciones y
posibilidades, pero el camino cada vez está más claro.
Lo principal está siendo abordar aquellas reformas vinculadas a la seguridad
y la renovación de instalaciones eléctricas que motivó el lanzamiento de la
campaña y que será lo que nos permitirá reabrir CineCiutat.
Por lo demás, la situación actual marcada por la crisis de la COVID-19 y el
proceso gradual de las empresas saliendo de sus respectivos ERTOs está
haciendo que la disponibilidad de proveedores sea más limitada y lenta de
lo que nos gustaría. Además, aunque existen opciones más rápidas, como parte de nuestro compromiso con las islas y como muestra de apoyo al tejido
empresarial local, estamos intentando trabajar con el mayor número de
proveedores baleares.
Por todo esto hemos decidido dividir las renovaciones en dos etapas:
- Una primera con la mirada puesta en nuestro ansiadísimo Atlàntida
Film Fest. Para su décimo aniversario queremos llegar con el sonido a
punto y con las primeras pinceladas de lo que será la experiencia de
visitar este nuevo CineCiutat. - Utilizar esta parte del verano para terminar de valorar y contrastar las
posibilidades de lo que más beneficiará al proyecto a medio y largo
plazo y tenerlo listo para cuando llegue el otoño. A pesar de las
limitaciones presupuestarias, no descartamos nada, desde mejoras de
proyección a mejorar la multi-disciplinaridad de las salas.
No dejáis de sorprendernos. No dejamos de admiraros.
¡GRACIAS!
¡Seguimos!