Hacemos un repaso a la trayectoria del polifacético expiloto mallorquín de 4×4, David Codina, que compitió en la Baja Aragón y estuvo a punto de participar en el Rally Dakar (faltaron medios económicos y apoyo institucional). Fue fundador de 4×4 Mallorca, un colectivo de aficionados al 4×4 que elaboró un libro de rutas de las pistas rodables de la isla. Os recomendamos ver el vídeo con la entrevista completa.
4×4 Mallorca fue un grupo de amigos surgido a raíz de las jornadas de todoterreno que se organizaban durante la festividad de Sant Sebastià de Palma en los primeros compases de los dosmiles. A través de un grupo de messenger, los aficionados al 4×4 empezaron a subir sus fotos y el movimiento fue creciendo hasta el punto de que, años más tarde, este colectivo organizaba la Diada todoterreno de nuestro patrón.
4×4 Mallorca
4×4 Mallorca se juntaba los sábados al mediodía para recorrer las vías pecuarias de la isla en busca de la ruta más vertiginosa, siempre respetando las normas. Quisieron dar un paso más y saltaron el charco hasta la Península, Marruecos o Túnez y llegaron a competir en la Baja Aragón. Este movimiento se fue apagando debido a las restricciones medioambientales y quedó en «un bonito recuerdo».
Cuando David abraza de nuevo su mono de piloto, que forma parte de la exposición permanente de los mejores deportistas de Baleares (Velódromo de Palma) rememora todo aquel sacrificio físico y emocional, que le llevó a ocupar las portadas de medios locales (un equipo de IB3 le acompañó durante su competición en la Baja Aragón) y fue un revulsivo para los aficionados insulares al todoterreno. Estuvo compitiendo con los mejores del mundo, entre otros, con Nani Roma (del cual guarda rutómetros en papel) y agradece de corazón toda la ayuda que recibió de sponsors, amigos y familiares.
Durante la etapa de 4×4 Mallorca, uno de los momentos más deseados eran los viajes solidarios a África, en concreto a Marruecos, portando kilos de comida y medicamentos.
Otro recuerdo que rememora David era el ambiente en las carreras y los medios que desplegaban las grandes marcas que apoyaban a pilotos de primera línea. A pesar de todo, el equipo de David, prescindía de masajistas y otros lujos y tenía que contratar mecánicos externos para sus mantenimientos y puestas a punto.
Su traje homologado era el más básico de una buena marca, pero insuficiente a la hora de transpirar. Pero jamás le importaron las carencias. Siempre disfrutó de su pasión por el motor y ahora en su negocio, una tienda de alimentación saludable para mascotas, Kverd echa la vista atrás con la satisfacción del deber cumplido y de haber dejado un legado que puede inspirar a futuros locos del motor. Os recomendamos ver el vídeo con la entrevista completa.