El Consorci Serra de Tramuntana edita el cuento Madò Canoneta, un libro para dar a conocer entre los niños y niñas la variedad de la naranja local del Valle de Sóller. Escrito por la sollerica Aina Mora Vives, con ilustraciones de Beatriz Colom, cuenta como la canoneta se exportaba a toda Europa a principios de siglo y como fue perdiendo popularidad hasta la recuperación actual, gracias a los payeses que la han vuelto a cultivar.
El libro se ha presentado este pasado viernes en el centro Capvespre con motivo de la XVII Fira i Jornades de la Taronja de la Vall de Sóller, que se celebra del 21 de abril al 7 de mayo.
Se ha hecho una primera tirada de 300 ejemplares que se repartirán en las escuelas, en las entidades y espacios públicos de Sóller y de la serra de Tramuntana.
El Consell edita un cuento infantil sobre la historia de la naranja de Sóller
El cuento Madò Canoneta es un proyecto que se ha impulsado desde la Mesa Permanent del Consorci Serra de Tramuntana, el órgano de participación formado por las asociaciones, entidades y agrupaciones más activas en la protección de la serra de Tramuntana. El proyecto se enmarca en las actividades educativas y culturales que se organizan periódicamente y que contribuyen a fomentar el conocimiento de los valores paisajísticos y culturales de la serra de Tramuntana, declarada patrimonio mundial por la Unesco el 2011.
La canoneta es una variedad obtenida en un huerto de Sóller, can Canonet de les Fontanelles, hacia el año 1900, a partir de la naranja blanca común; parece ser que a fuerza de pruebas e injertos. Se comercializa desde principios de enero a finales de abril. La producción comercializada por la Cooperativa de Sóller los últimos años está en torno de los 100.000 kg anuales, pero hace dos décadas llegaba a las 1.000 toneladas. La disminución de esta producción se debe principalmente al envejecimiento de las plantaciones y a la substitución por otras variedades de media estación introducidas por toda España. Por tanto, la recuperación de la variedad canoneta, que inició el 2016 un grupo de agrónomos, es una tarea imprescindible para el valle de Sóller.