El Centro Educativo Huayue (calle Bisbe Cabanelles, 7) dedica su esfuerzo a que sus compatriotas chinos no pierdan sus raíces y, a través de diferentes actividades culturales, se acerquen a su historia y tradiciones. Una de estas actividades es el aprendizaje de la escritura y la lectura de caracteres chinos. El maestro Dong Laoshi se esmera en compartir sus conocimientos con los niños y niñas, en su mayoría chinos, que acuden al centro. Los padres de los alumnos entienden que sus hijos se educarán en un ambiente multicultural que, cada vez más, aleja a las personas de su origen identitario. A pesar de ello, disfrutan como si de un juego o una actividad lúdica, se tratara. El conocimiento no ocupa lugar y el Centro invita a que se sumen curiosos e intrépidos a conocer esta técnica milenaria.
Para el maestro Dong la caligrafía es una tarea muy importante en la formación de los niños que quieren aprender a escribir bien para elaborar los carteles chinos. El hecho de no haber nacido en el país de origen de sus padres, dificulta esta tarea que el maestro Dong transmite a través de la escritura como arte. El que uno de estos niños aprenda la caligrafía china le provee de una gran cualidad, que será apreciada por su familia y amigos y le dota de un espíritu privilegiado.
La metodología de enseñanza que utiliza el maestro Dong permite descubrir la belleza de los carteles mediante los trazos y las estructuras de los caracteres chinos. Cada punto, cada línea representa los sentidos y se estudia el significado de cada forma y su motivo. Se llega a descubrir las historias milenarias que oculta cada letra. La formación es continua porque es un aprendizaje a largo plazo. Es una forma de pensamiento que se puede utilizar para el día a día, un revulsivo para el alma. Es un concepto de arte que emana de su idiosincrasia y de la voluntad del pueblo chino de hacer historia a través de la belleza, a través de sus seres espirituales y del propio ser humano.