La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Palma ha aprobado el inicio del expediente para la contratación del servicio de bar y tienda en el Castillo de Bellver, que estarán ubicados en el Centro de Recepción de Visitantes (CVR) situado en la explanada del aparcamiento. Este proyecto busca recuperar dos servicios esenciales tanto para los visitantes del castillo y el CVR como para aquellos que disfrutan de los bosques y zonas verdes circundantes.
Los pliegos del contrato especifican que las nuevas instalaciones no podrán ocupar los espacios destinados al mirador público ni las zonas de paso de los usuarios. Además, se establecen requisitos estrictos, como la prohibición de cartelería o equipamientos que no respeten las características patrimoniales y culturales del castillo, y la obligación de mantener precios asequibles.
La futura cafetería ocupará un máximo de 62 metros cuadrados y ofrecerá un límite de 12 mesas, 48 sillas y cinco taburetes. Su horario de apertura, de abril a septiembre, será de martes a sábado de 10 a 19 horas, y los domingos de 10 a 15 horas. Durante el invierno, de octubre a marzo, el horario se mantendrá, aunque el cierre podrá adelantarse a las 18 horas. La apertura los lunes será opcional, pero obligatoria en verano si se celebran conciertos u otras actividades culturales organizadas por el Ayuntamiento.
El concesionario también podrá seguir el horario máximo de apertura del bosque de Bellver, de 7:30 a 20:30 horas. En cuanto a la tienda, los productos a la venta incluirán publicaciones del área de Cultura de Cort, guías, libros infantiles y artículos de regalo y de escritorio, todos relacionados con el Museo de Bellver y la Historia de la Ciudad.
Además, los pliegos incluyen requisitos para la contratación del personal, que deberá acreditar conocimientos de catalán, castellano e inglés, y utilizar estas lenguas en la rotulación, interpretación e información. Los trabajadores encargados de preparar alimentos deberán presentar un carné de manipulador de alimentos, y la cafetería deberá usar productos de primera calidad, preferentemente de origen balear.
El adjudicatario dispondrá de un mes desde la firma de la concesión para poner en marcha los servicios contratados, asegurando así que tanto el bar como la tienda estarán operativos en un plazo breve, mejorando la experiencia de los visitantes del Castillo de Bellver.