El Castillo de Capdepera está situado en el nordeste de Mallorca en la localidad homónima de Capdepera, sobre un montículo con un excelente dominio visual del interior, la línea de costa y el canal de Menorca, que separa ambas islas.
Se trata de un recinto fortificado edificado durante el siglo XIV a instancias del Rey Jaume II para que la población de la región puediera establecerse, especialmente durante las épocas en que eran más frecuentes los ataques piratas. En el siglo XVI se contaban hasta 125 casas en el interior.
Finalmente el recinto quedó deshabitado y en el siglo XVIII pasó a ser una plaza militar guardada por un gobernador hasta 1854, en que se abandonó el castillo. Mediante una subasta pública en 1856 el Castillo pasó a manos de Josep Quint Zaforteza. No fue hasta 1983, tras numerosas negociaciones con sus herederos, cuando el Ayuntamiento de Capdepera recobró la propiedad del mismo. Actualmente un patronato se encarga de su gestión.
El castillo de Capdepera fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), figura de máxima protección de nuestro patrimonio histórico.
Es un monumento visitable durante todo el año.
Los ingresos recaudados en taquilla se destinan a financiar la preservación y conservación del patrimonio cultural del Municipio de Capdepera.
HORARIO CASTILLO
Cerrado de día 1 de enero a día 5 de febrero
Invierno (del 1 de noviembre al 31 de mayo)
de lunes a domingo:
de 10h – 14 / 17.30h – 20.30
Primavera – Otoño (del 1 de abril al 31 de mayo y octubre)
de lunes a domingo:
de 10:00 / 19:00
Verano (del 1 de junio al 31 de septiembre)
de lunes a domingo:
de 10h / 20.30h
INFORMACIÓN Y RESERVAS
C/ Ciutat, 20
07580 Capdepera
CIF: P0701400D
Código DIR3-FACe L01070146
Teléfono: 971 56 30 52
Fax: 971 81 84 91
Historia de la fortificación
El 1229 el Rey Jaume recuperó la isla. Tomó la ciudad de Palma el 31 de diciembre de ese año. Llibre de Repartiment menciona la división administrativa de la isla, pero sólo presenta como núcleos de población las alquerías -núcleos variados en cuanto a población y habitantes-, y los cobertizos -explotaciones agrarias individuales-. En algunos casos determinadas alquerías tras la conquista pasarían a convertirse en el núcleo original de las villas denominadas históricas. Durante la conquista, Mallorca estaba dividida en 12 sectores, pero el reparto creó una nueva división en 8 partes o partidas territoriales, cuatro de las cuales fueron asignadas al rey, entre ellas la comarca de Artà-Capdepera.
En el año 1231 el Rey Jaume I visitó Capdepera en vistas a conquistar Menorca. Así lo relata un pasaje del Llibre dels fets. La estrategia consistió en calar distintos incendios en la zona de Capdepera de manera que, al verse desde Menorca, pareciera que un gran ejército se disponía a atacar a los musulmanes de Menorca y, de este modo, amedrentarles. Éstos, ante tal amenaza, consintieron firmar un documento en el que se sometían al rey. Este documento se conoce como el Tratado de Capdepera y se cree que se trata del tratado de paz más antiguo que se conoce. Actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de París.
El 17 de junio de 1231 se firma este tratado en Capdepera entre Jaume I, rey de Aragón, y Abu Abd Allah Muhammad, alfaquí de Menorca, mediante el cual los musulmanes menorquines aceptan a Jaume I y sus sucesores como señor natural y le rinden homenaje de fidelidad, a la vez que renuncian a cualquier otro dominio o dependencia feudal. Entre las condiciones pactadas destacan la entrega del Castillo de Menorca y la entrega anual de 900 almudines de cebada, 100 de trigo, 100 cabezas de ganado -toros y vacas- de entre 2 y 6 años, 300 de caprino -cabras y cabritos-, 200 corderos y ovejas y 2 quintales de mantequilla.
Jaume II, hijo del Rey Jaume I el Conquistador, ordenó la fundación de Capdepera con la intención de controlar estratégicamente este lugar tan importante para Mallorca. Ofreció ayudas económicas a la población, que entonces vivía dispersa por la zona, se estableciera en un recinto cercado de muralla, protegido. El «Castillo» es, pues, un pueblo amurallado.
Así en 1300 Jaume II proyectaba para Capdepera una villa amurallada, un espacio aproximado de 82.525 metros cuadrados con un muro y valle, y otro tanto fuera del muro. El proyecto inicial se quedó sólo en un espacio casi triangular, aunque trapezoidal, de 8.069 metros cuadrados rodeados de muralla.
Las obras debieron comenzar en el año 1300, aunque no disponemos de ningún documento que lo constate. Está edificado sobre una colina a 160 metros sobre el nivel del mar y responde al modelo de arquitectura gótica militar de la época.
Durante el siglo XIV la defensa y guardia del castillo recayeron sobre los gabellins hasta que, por sentencia del gobernador, a partir de 1375, la guardia fue compartida por ellos y por un número de hombres de Artà. A pesar de la insistencia del gobernador, los gabellins preferían vivir en el pueblo aunque de noche tuvieran que trasladarse al castillo.
En el siglo XVIII, con la instauración borbónica en España, hubo una reestructuración política y militar. A consecuencia de ello se estableció en el castillo un ejército permanente controlado por militares profesionales, que se encargó de la defensa y la vigilancia del litoral e interior. El coste de la defensa corría a cargo de la hacienda real. En aquel momento el gobernador era militar y los soldados se denominaban «dragones». Entonces, casi toda la población vivía fuera, ya que el castillo se utilizaba como cuartel militar
Durante el siglo XIX aumentó el abandono del castillo y la iglesia quedó sin culto (parece que en 1820 quedaban sólo 12 casas ocupadas y en 1865 sólo cuatro). En esta época Capdepera se independizó de Artà como municipio.
En el año 1856 fueron los militares quienes abandonaron el castillo y seis años más tarde éste fue subastado. Seguidamente, a finales de siglo, se recuperará en la iglesia el culto a la Virgen de la Esperanza -patrona de Capdepera-.
Ya en el seiglo XX se aprovechó para sembrar en el interior del castillo y los nuevos propietarios se preocuparon de la reconstrucción y conservación de la muralla y la parroquia. Sin embargo, a partir de 1920 el castillo volvió a caer en el abandono, a excepción del culto en la capilla.
A partir de la creación del primer ayuntamiento democrático en 1979 los propietarios firmaron el documento de donación del castillo al pueblo de Capdepera. A la vez, se constituyó el patronato municipal del castillo con el fin de conservar el monumento.