El distintivo es una iniciativa del Consell de Mallorca a través del Consorci Serra de Tramuntana que tiene como objetivo identificar los productos y servicios que colaboran con el mantenimiento, la preservación y la protección de la Serra. Dar visibilidad a todos estos productos y destacar la dificultad añadida que supone producirles en esta zona es también una manera de ayudar a mantener las explotaciones agrícolas y recuperar el sector agrario.
Los nuevos productos agrarios adheridos este jueves por decisión de la comisión evaluadora y de seguimiento del Distintivo después de valorar las empresas que han solicitado formar parte de esta iniciativa son el agua mineral Fuente Sorda-Son Cocó, de Alaró; y de la finca de Son Moragues (Valldemossa) las aceitunas de mesa, las hortalizas y la fruta, los huevos, la carne de cerdo y la de oveja.
Distintivo Serra de Tramuntana
También se han adherido al Distintivo los productos transformados siguientes: aceites esenciales alimenticios de romero, naranja, limón y lavanda elaborados por Joachim Pourque (Sóller); el aceite de oliva virgen extra variedades Picual y Mallorquina Son Matge (empresa Somage de Valldemossa); y de la finca de Son Moragues, el aceite de oliva virgen, la aceituna verde rotura y entera, las mermeladas de limón, naranja, tomate y cebolla, la jalea de membrillo, la sobrasada, la longaniza, la carne, el tocino y los botifarrones.
También se ha firmado el primer convenio específico para empresas y entidades que contribuyen a preservar el paisaje –y que no son ni agrícolas ni turísticas- con Jabones de Mallorca, del artesano Joachim Pourque, por los jabones naturales fabricados íntegramente en Sóller.
El mes de diciembre ya se firmaron los primeros convenios de adhesión al Distintivo con Vinyes Mortitx, Formatges Tramuntana y las cooperativas de Sóller y Pollença, que entre las dos agrupan a más de 400 pequeños productores de la Serra de Tramuntana.
El Distintiu Serra de Tramuntana Patrimoni Mundial que va más allá de la reactivación económica de la Serra de Tramuntana; supone también un incentivo para la agricultura ecológica, las variedades locales, los productos de proximidad y las energías renovables; ya que todos estos son algunos de los compromisos que asumen las empresas no agrícolas que se adhieren al Distintivo y que tienen que alcanzar en un plazo de tres años.