El Drac de na Coca, una de las leyendas más emblemáticas de Palma de Mallorca, narra la aparición de un misterioso dragón que aterrorizó a la ciudad en el siglo XVII y que, con el paso del tiempo, se ha transformado en un símbolo cultural presente en las festividades populares.
La leyenda del Drac de na Coca combina misterio, historia y tradición, convirtiéndose en uno de los relatos más fascinantes del patrimonio de Palma de Mallorca. Esta historia, que tiene su origen en el siglo XVII, narra cómo un extraño ser aterrorizó a los habitantes de la ciudad, dejando una marca imborrable en la memoria colectiva.
La aparición del dragón y la Casa de la Almoina
La leyenda cuenta que en el corazón del casco antiguo de Palma, cerca de la Catedral y la histórica Casa de la Almoina, apareció una criatura que causó gran revuelo entre los vecinos. La Casa de la Almoina, construida en el siglo XV para distribuir alimentos y ayuda a los más necesitados, fue un lugar clave en la vida social de la ciudad medieval. Su sobria fachada gótica, aún visible hoy, es testigo de siglos de historia, incluida esta fantástica narración.
Casa de la Almoina
Según la tradición, el dragón fue hallado en una casa perteneciente al noble Mateu Coco, cuyo apellido dio nombre a la leyenda (na Coca). La criatura, descrita como un ser monstruoso con cuerpo escamoso y ojos brillantes, atemorizó a los ciudadanos. Aunque algunos historiadores sugieren que podría tratarse de un caimán llegado a la isla por rutas comerciales, para los habitantes de la época, este “dragón” era un verdadero ser mítico.
El valiente caballero y la lucha épica
El pánico llegó a su fin gracias a la valentía de un noble caballero. Aunque la mayoría de las versiones no especifican su identidad, algunas lo relacionan con Bartomeu Coch, un miembro de la nobleza mallorquina. Según el relato, el caballero entró armado con una espada en la casa de Mateu Coco y, tras un breve pero intenso enfrentamiento, logró acabar con la criatura de un certero golpe. Este acto heroico devolvió la tranquilidad a los habitantes de Palma y otorgó al caballero un lugar destacado en la historia oral de la ciudad.
¿Realidad o mito?
Con el paso de los años, la figura del Drac de na Coca se ha transformado de una criatura temida en una leyenda fantástica que mezcla realidad y ficción. Muchos historiadores coinciden en que el “dragón” probablemente era un animal exótico, como un cocodrilo, desconocido para los mallorquines de la época, lo que alimentó su carácter mítico.
De leyenda a símbolo cultural
El Drac de na Coca ha evolucionado para convertirse en un símbolo cultural de Palma. Actualmente, esta figura es protagonista en los pasacalles y festividades populares de la ciudad, como la Revetla de Sant Sebastià o las celebraciones de Sant Joan. Junto a los emblemáticos capgrossos (cabezudos), el dragón recorre las calles en coloridos desfiles, animando el ambiente con música tradicional y bailes.
Instantánea del Drac de na Coca lanzando fuegos artificiales en un correfoc, una de las actividades más emocionantes de las fiestas mallorquinas. Foto de Estilo Palma
Esta representación festiva conecta a los palmesanos con su historia, manteniendo viva la leyenda en el imaginario colectivo. En los pasacalles, el dragón interactúa con el público, encantando a niños y adultos y demostrando cómo un mito medieval puede convertirse en un ícono del folklore local.
El legado del Drac de na Coca
Aunque no quedan pruebas físicas del supuesto dragón, su historia perdura como un recordatorio de las raíces culturales de Palma. Desde su origen como una criatura mítica hasta su transformación en un símbolo festivo, el Drac de na Coca encarna el espíritu de una ciudad que celebra su historia con orgullo, convirtiendo el pasado en parte de su identidad presente.