La histórica agrupación musical acompañará al Sant Crist de la Sang, en su cuarta reaparición desde su recuperación por la institución insular
Palma, 16 de abril de 2025 – El Joch de Ministrils del Consell de Mallorca volverá a recorrer las calles de Palma en una de las procesiones más emblemáticas de la Semana Santa mallorquina, la del Sant Crist de la Sang, este Jueves Santo, tras doce años sin participar en este acto solemne.
La recuperación de esta agrupación musical histórica, cuyas raíces se remontan al siglo XVI, ha sido uno de los grandes logros recientes en materia de patrimonio cultural. Desde su reaparición el pasado mes de octubre durante el desfile del carro triunfal de Santa Catalina Tomàs, los Ministrils han participado en tres eventos de relevancia institucional: la Festa de l’Estendard, el Dia de les Illes Balears, y ahora, por primera vez desde su retorno, en una procesión de Semana Santa.
Para esta ocasión, el repertorio incluirá piezas históricas especialmente recuperadas y adaptadas: Les set paraules de Nostre Senyor Jesucrist, S’Acompanyada y La fi dels temps. Estas composiciones, de carácter solemne, refuerzan el simbolismo y el peso emocional del Jueves Santo.
La vicepresidenta del Consell de Mallorca y consellera de Cultura y Patrimonio, Antònia Roca, ha subrayado la trascendencia de este acontecimiento: «Con la presencia de los Ministrils, recuperamos una pieza fundamental de nuestra historia musical y cultural. Su participación en momentos tan especiales como el Jueves Santo refuerza nuestro compromiso con la preservación del patrimonio de Mallorca, al mismo tiempo que permite a los mallorquines conectar con una parte muy importante de nuestra identidad».
Actualmente, el Joch de Ministrils está formado por nueve músicos y cuenta con la dirección de Francesc Amengual y la coordinación artística de Joan Frontera. El Consell ha asumido, además, el compromiso de restaurar los instrumentos originales (cornamuses, flabiols, tarotes, bombardes, bajones, trompetas, cornetas, tamborí, tambores y tabales), así como conservar sus trajes de gala y arreglos musicales, en una apuesta decidida por la revitalización de uno de los legados sonoros más antiguos y representativos de la isla.