El 24 de febrero de 1875 fue la inauguración de la primera línea de ferrocarril de Mallorca. Ese día culminó el sueño de una serie de emprendedores que habían formado la compañía en mayo de 1872.
Hasta ese día, las comunicaciones en la isla se habían realizado mediante los carros para el transporte de mercancías y las diligencias del sistema francés, ruidosas y sin ningún tipo de suspensión para las personas. No eran nada raros los viajes con una duración de unos cuantos días para el transporte de mercancías en algunos trayectos.
La isla, con una población de unas 225.000 personas, tenía cubiertas sus necesidades de transporte con los medios de los que disponía. No obstante, la entrada en servicio del nuevo medio (utopía hecha realidad) hizo que la comarca por donde transcurría entre Palma e Inca, una de las mas pobladas y ricas de la isla, iniciara rápidamente su desarrollo aflorando medios y recursos que hasta el momento habían permanecido ignorados.
La longitud de la línea era de 29 Km. Es importante señalar que tanto, la financiación del proyecto, como los ingenieros que lo realizaron, eran locales, siendo tal vez el único proyecto español de tren en el que no intervenía capital extranjero. El material utilizado fue adquirido totalmente en Inglaterra. En su recorrido por el llano no fueron necesarias grandes obras de ingeniería, pero se construyeron una serie de puentes de piedra para cruzar los torrentes existentes. En los pueblos por los que cruzaba la línea fueron construidos unos bellos edificios para su uso como estaciones.
Para la inauguración se habían construido una serie de arcos de mirto y flores. Unos de esos arcos estaba situado cerca de Sa Porta Pintada (hoy plaza España), otro a la entrada de la estación del tren. Tampoco faltaban las guirnaldas y motivos festivos. Frente a la estación, una máquina enganchada a unos vagones, lanzaba humo por la chimenea y nubes de vapor, mucho antes de que comenzaran los actos, programado para las nueve de la mañana. La zona de la medio derruida muralla y foso de la misma (hoy plaza de España) estaba llena de gentes. Al la gran celebración acudieron «senyors i senyores», menestrales, profesionales liberales, amas de casa, barberos, mozos de cuerda, gañanes, criadas y todos los pícaros y desempleados de la ciudad.
Delante de la estación, la mitad de los señores de Palma y el vicario episcopal, acompañado de unos cuarenta curas (no era cosa de perderse un primer viaje en tren y gratis), precedidos de la cruz alzada, se dirigieron al tren allí estacionado y rociaron con agua bendita la máquina y los dos vagones. Después subieron y se acomodaron, los curas y algunos señores y el tren comenzó su viaje inaugural hasta Inca que duró sesenta y cinco minutos sin ninguna parada.
A lo largo del recorrido, los payeses y habitantes de los pueblos esperaban impacientes, presenciar el paso del nuevo invento. Por la tarde se realizó otro viaje para los accionistas y demás señores que no habían podido hacerlo por la mañana .
Durante algún tiempo, el paseo de la tarde de los días de fiesta era acudir a la estación para ver la salida y llegada de los trenes. También los que se lo podían permitir, se desplazaban con el tren con el único objetivo de subirse y disfrutar de la experiencia .No obstante, aunque la empresa del ferrocarril intentó poner precios competitivos, no consiguieron que mucha gente cambiara la diligencia por el tren. Y aquí llega aquella fama de la “isla de la calma”, pues decían que como tenían todo el tiempo del mundo, bien podían tardar un par de horas más, si iban en diligencia y además, se ahorraban algún real.
Entre las gentes que observaban el evento se hacían toda clase de comentarios, a cual más disparatado. Una criada comento “Nos quieren hacer creer que esto ahora partirá. Yo no me lo creo. Mi padre hace fuego en la chimenea todo el invierno y la cocina nunca ha partido”. Otro le contestó, “¡¡Ca!!, y no ves que tienen las mulas escondidas entre las ruedas y cuando tenga que partir saldrán y empezarán a tirar”.
Este breve articulo pretende explicar más o menos cómo comenzó lo que después llevaría el progreso a gran parte de la isla.
Autor: Andreu Canals
Foto: Fotos Antiguas de Mallorca