Los datos de entrada al servicio público muestran que el total de toneladas de residuos generadas en 2022 fueron 487.732,04, lo que supone un 8,16 % más que el año anterior (450.907,01). El total de kilogramos de la fracción desperdicio por persona es de 437 kg frente a los 141 kg de recogida selectiva. Aunque cada vez se separa mejor, la fracción de rechazo representa todavía el 79% de las fracciones.
El total de toneladas de residuos de 2022 ha aumentado un 10,55% (617.589,25), si lo comparamos con 2021 (558.644,11). Esta subida podría explicarse por el impacto de la llegada de más turistas a Mallorca. Los datos de recogida de rechazo muestran cómo de junio a septiembre existe un incremento considerable respecto al resto del año. En concreto, julio y agosto es cuando más toneladas de desecho se recogieron, 48741,11 y 49537,06, respectivamente.
Aurora Ribot, vicepresidenta del Consejo de Mallorca y consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, reconoce que «la sociedad está cada vez más concienciada con la necesidad de preservar el medio ambiente, pero todavía queda mucho camino por recorrer en materia de educación ambiental. No podemos bajar la guardia, debemos seguir haciendo más sostenibles nuestros hábitos de consumo, y que cada vez, la economía de nuestra isla sea más circular. Mallorca no puede esperar».
«La generación de desecho y la generación de residuos siempre han ido de la mano. A mayor crecimiento económico, más residuos se generan; nuestro objetivo debe ser separar estas dos tendencias y conseguir que la generación de residuos disminuya también en un escenario de ascenso económico como el actual. Sin embargo, podemos decir que la ciudadanía está más concienciada y que el reciclaje de residuos empieza a notarse, pero debemos seguir sumando esfuerzos para alcanzar los objetivos de prevención, reutilización y reciclaje que marca la ley de residuos», ha recordado la consejera Ribot.
Por su parte, Juan Carrasco, director insular de Residuos, ha insistido en que «el rechazo es la única fracción no reciclable y en este sentido, debemos plantearnos la relación directa entre nuestro modelo de vida y el gran consumo de recursos y generación de residuos que provoca. Debemos seguir educando a pequeños y mayores para incorporar nuevas conductas que reduzcan al máximo la generación de residuos y dar a conocer la dimensión de la problemática. Todas y todos forman parte de la solución».