La Asociación de Industriales de Mallorca, más conocida como ASIMA, fundada en 1964, aglutina los primeros polígonos industriales que se construyeron en España, Son Castelló (La Victoria) y Can Valero (La Paz), en 1967. El deseo de un puñado de empresarios mallorquines que consideraron necesario el asociacionismo para defender sus intereses y la ubicación de las empresas en un suelo industrial más amplio permitió aumentar su capacidad de producción, a la vez que se comunicaba perfectamente con el aeropuerto, el puerto y el centro de Palma.
El presidente de ASIMA, Francisco Martorell Esteban afirma que la inversión pública de aquella época iba dirigida al desarrollo industrial de la zona norte española y que el Gobierno consideraba que Baleares “ya tenía sombrillas” para su crecimiento económico. Pero reconoce que la economía de Baleares era “muy industrial” y da el ejemplo de algunos de sus fundadores como la empresa Hierros y Aceros de Mallorca S.A. o PIEMA del añorado Antonio Fontanet que, en pleno proceso de expansión, tuvieron que salir del centro de Palma para facilitar la convivencia con los vecinos que se levantaban cada mañana con la ropa del tendedero llena de harina, restos de combustión y aroma de café.
Este nuevo escenario y el concepto de asociación llamó la atención e inspiró a los empresarios peninsulares que se acercaron a la isla para ver que habían hecho “esos locos mallorquines”. De esta influencia existen nombre de calle Asima en diferentes polígonos españoles. Desde ASIMA les asesoraron en el conocimiento de las ordenanzas urbanísticas ya que no había un modelo regulado de cómo debía construirse un polígono.
La principal figura del proyecto de ASIMA fue su primer presidente, Ramón Esteban Fabra que se convirtió en el líder que necesitaban los empresarios y que tuvo una audiencia con el mismísimo Franco para darle a conocer el proyecto empresarial que rompía de alguna forma con el sistema del Sindicato Vertical.
Durante la transformación de zona rústica en industrial de los terrenos adquiridos por los asociados surgieron problemas en el reparto de la superficie y el día antes de la publicación corrió el rumor de que nadie estaba dispuesto a seguir. Finalmente, las parcelas se adjudicaron y nació un lobby empresarial muy influyente en la sociedad española del momento.
El barrio de Sa Indioteria y ASIMA tienen una complicidad histórica. En 1969 se promovió, desde la Asociación, la construcción de las viviendas y las naves sociales (comedores comunales) para los trabajadores del Polígono Son Castelló, “una ciudad para los
trabajadores”. Todavía no se disponía de un transporte regular desde el centro.
Aunque en aquella época no existían las siglas RSC (Responsabilidad Social Corporativa) ASIMA puso en marcha la acción social en estas viviendas o en el polideportivo Príncipes de España (1967) que fue galardonado en las Olimpiadas de México ‘68 como mejor proyecto, donde los hábitos saludables estaban vinculados al deporte y el trabajo. De aquella época es la frase de Ramón Esteban Fabra “el desarrollo es un estado de ánimo”.
Símbolo de la arquitectura de progreso y renacimiento industrial se alzó entre 1969 y 1973 la Torre Asima, bautizada como “Ramón Esteban Fabra”. Este icónico edificio es uno de los más altos de Baleares.
En 1970 se construye el Parque de Bomberos de Palma. Para el presidente de ASIMA, Francisco Martorell Esteban, el Antiguo Parque de Bomberos fue una gran donación de la Asociación al Ayuntamiento de Palma para que, los empresarios que se fueran instalando en los polígonos Son Castelló y Can Valero, tuvieran una cuota más económica del seguro contra incendios. En febrero de 2017, “cuando cesó la actividad del final de la donación, lo recuperamos. Con mucho trabajo y esfuerzo hemos conseguido que sea un espacio multifuncional, adecuado para acoger la oferta formativa que lleva a cabo nuestra Escuela Superior de Técnicos de Mantenimiento de Instalaciones Hoteleras, HOTECMA”.
La educación es otro de los eslabones más importantes de la asociación y en 1971 creó el Instituto Balear de Estudios de Dirección Empresarial (IBEDE), una de las primeras escuelas de negocio de alta dirección en España. En 1969 se edita la revista Economía Balear, la primera publicación en Baleares de economía, marketing y finanzas. También en la década de los setenta reivindicaría y apoyaría la creación de una Universidad propia en Baleares.
En 1973 ASIMA donó 11 mil metros cuadrados de terreno al Ministerio de Educación para la creación del Instituto de Formación Profesional Virgen de Lluch, hoy IES Son Pacs.
En 2004 abre la primera escoleta laboral en un polígono en España, la Escoleta ASIMA, gestionada por la Fundación ASIMA. En unas mudanzas a la sede actual, apareció en un cajón una carpeta con el nombre “La Ciudad de los niños”, datada en 1973, en el que se proyectaba una escoleta como la actual. Francisco Martorell Esteban se reafirma en esa capacidad innovadora que acompaña desde
siempre a la Asociación. Esta idea educativa de vocación e inmediatez está pensada para la conciliación familiar de los trabajadores. Como
dato curioso, el horario de la escoleta va con el laboral, no con el escolar.
ASIMA cedió en 2012 las infraestructuras para la instalación de la Base de la Sección I de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional. Desde los años 80 se reivindicó la ubicación de una base policial en la zona por el aumento de la delincuencia en esta zona, debido al rápido crecimiento de empresas que se instalaron en ambos polígonos.
En 2010 nace la Fundación ASIMA. En palabras de su presidente, Francisco Martorell Esteban, la Fundación ASIMA se puso en marcha para contribuir al desarrollo social de las empresas asociadas y trabajar en programas de innovación, de cambio y transformación. Desarrollan acciones con un fin solidario, haciendo partícipes a los asociados para construir a un tejido empresarial más humano. Colaboran con la Asociación Jovent, otorgando unas becas para que puedan ir los jóvenes de Sa Indioteria a campamentos juveniles. Colaboran con Projecte
Home Balears, con la Fundació Banc de Sang i Teixits de les Illes Balears y con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Además, ofrecen a sus asociados y entidades sociales huertos sociales urbanos para que dispongan gratuitamente de una parcela dotada de agua y electricidad y puedan cultivar sus verduras y hortalizas. Con esta acción pretenden fomentar la práctica de la agricultura ecológica basada en criterios de sostenibilidad y contribuir a la mejora del paisaje urbano industrial, así como implicar a entidades sociales y favorecer las relaciones entre trabajadores y empresarios de los polígonos Son Castelló y Can Valero.
En estos últimos 56 años la economía balear se ha transformado en una economía de servicios. Para el presidente de ASIMA, la dependencia del turismo es total ya que todas las empresas de ASIMA, sean de la actividad que sean, tienen una tipología muy transversal de asociados y de empresas instaladas en los polígonos. Francisco Martorell Esteban reconoce que el polígono es una organización multisectorial. Hay hoteleros como Barceló o Melià, pero también, por ejemplo, la mayoría de los concesionarios de coches.
Lo forman desde pequeños autónomos hasta grandes empresarios. “Pero directa o indirectamente en Baleares vivimos del turismo, es el principal motor de la economía de las Islas. Hoteleros, restauración, instaladores y otros servicios industriales dependemos del turismo”, afirma el presidente de ASIMA. “La única opción o solución que veo de desligarse del turismo es centrarse en la construcción y en el sector primario, pero ambos sectores también dependen de agentes externos”.
En las reuniones que se desarrollan entre los polígonos a nivel nacional, existe una admiración por este desarrollo económico de las Islas. No en vano tenemos un 85% de días buenos al año, unos recursos naturales envidiables, una ubicación a nivel internacional que nos posiciona como uno de los puntos turísticos más importantes del mundo. Francisco afirma que “debemos enfocarnos en lo que somos competitivos y ser más eficientes”.
ASIMA forma parte de la vida de los palmesanos porque es un núcleo de prosperidad e intentan ser los interlocutores con las distintas administraciones, tanto locales como autonómicas. “Tenemos la mayor electrolinera de España equipada con 10 puntos de recarga rápida con una potencia de 50 kW cada uno. Somos una de las mayores potencias económicas de España y nuestro pulso en el desarrollo está
siempre a la vanguardia”.
Debemos sentirnos orgullosos de nuestros trabajadores y empresarios.