José Linares, listo para cruzar el atlántico en la Mini Transat
El navegante mallorquín José Linares (Palma, 1977) se prepara
para participar a partir de esta semana en la Mini Transat 2021 en
representación del Club Nàutic Sa Ràpita, tras cumplir, tanto él como su
embarcación, con los requisitos exigidos por la organización: 1.500 millas en
regata y 1.000 en solitario.
Se trata de una de las regatas transoceánicas más exigentes
del mundo. En concreto, es la prueba de categoría oceánica con barcos más
pequeños, de 6,5 metros de eslora por 3 de manga, sin ningún tipo de comodidad
en su interior y sin posibilidad de utilizar cartografía electrónica ni
comunicación exterior, más allá de un parte meteorológico diario proporcionado
por radio por la organización.
Dos etapas
Esta prueba bienal cuenta con 90 participantes de 14
nacionalidades y consta de 4.050 millas náuticas divididas en dos etapas: la
primera desde Les Sables d’Olonne, en la Bretaña francesa, hasta la isla de La
Palma, (cuya parte sur está siendo devorada estos días por la erupción del
volcán Cumbre Vieja) en Canarias, y la segunda, desde La Palma hasta Guadalupe,
en el Caribe. “Son etapas muy diferentes en cuanto a navegación: aunque la
primera es más corta, y se completa en apenas 10 días frente a los entre 17 y
20 de la segunda, el recorrido pasa por el temido Golfo de Vizcaya a finales de
septiembre, el paso de Finisterre y todo el descenso por la costa portuguesa.
Nada que ver con la navegación en la ‘autopista de los Alíseos’ de la segunda
etapa”, explica.
Ahora, de cara a la competición, Linares está concentrado ya
en Les Sables d’Olonne, a la espera de la salida el próximo domingo día 26 de
septiembre. Su embarcación, que fue la misma que usó Nacho Postigo cuando
participó en la Mini Transat en 2015 también está ya en Les Sables d’Olonne,
montada y preparada para superar las inspecciones.
“Desde el principio, me he planteado la Mini Transat como un
reto en muchas etapas y con objetivos a corto plazo. Ya llegar a la salida
inscrito es una victoria para mí, pero todavía falta mucho: superar las
inspecciones de seguridad y logística antes de zarpar, salir de puerto sin
problemas, hacer el prólogo,… Hay que tener en cuenta que son 90 barcos, hay
muchos nervios y no puedes bajar la guardia hasta que no estés solo y alejado
de la flota”, explica.
Grandes apoyos
Asegura que todo el camino hasta llegar aquí “ha sido muy
duro, pero he tenido grandes apoyos de varias entidades y por parte de gente
que me quiere, como el Club Nàutic Sa Ràpita, que se han volcado y me lo han
dado todo. Sin ayuda, es muy complicado poner el barco a punto para llevar a
cabo con garantías un reto de estas características”, señala.
De cara a la competición, “espero disfrutar, pero no será
fácil, porque soy muy competitivo. Estoy trabajando en autoconvencerme de que
mi objetivo es llegar. Soy consciente de mis limitaciones, del barco que tengo
y las posibilidades de entrenar que he tenido. Lo cierto es que disfruto de ir
sin presión de tener que obtener resultados, aunque no llegar sí que sería un
fracaso para mi”.
Gestión del sueño
Uno de los puntos más delicados de este tipo de navegación es
la gestión del sueño. “Solo puedes dormir en tramos de 20 minutos, 40 como
mucho si las condiciones son perfectas, y lo más difícil no es acostumbrarse a
eso, sino, al menos en mi caso, saber detectar el cansancio extremo. Porque, al
no entrar en fase REM en esos lapsos de sueño, tu cuerpo descansa pero tu
cerebro no logra desconectar, por lo que acumulas cansancio y pueden llegar las
alucinaciones. Hay que saber detectar si estás superando la línea roja”,
explica.
“Aunque no ha sido fácil llegar hasta aquí, y he tenido que
hacer un gran esfuerzo económico, personal y de tiempo, creo que cumplir este
reto me va a compensar personalmente, porque es algo que llevo queriendo hacer
desde niño”, reflexiona. “Y hacia el exterior, aunque no pretendo ser referente
ni ejemplo de nadie, el hecho de que una persona como yo, que no ha destacado
especialmente como navegante, que no es un fuera de serie y no tiene todas las
facilidades del mundo, pueda lograr este sueño, dará ánimos a mucha gente para
intentarlo si realmente lo quiere hacer. En cuanto al Club Nàutica Sa Ràpita,
creo que es algo muy importante, porque su apuesta por el circuito ANSI de
solitarios viene de lejos, y yo estoy aquí gracias a ello, así que el proyecto
no es solo mío, también es del club”.
No echar de menos
Preguntado por a quién echará más de menos durante la prueba,
responde: “por supuesto, a mi hija. Pero mientras navegas, no puedes permitirte
echar de menos, porque si lo haces, te derrumbas. Tienes que estar centrado en
ti, en el barco y en navegar, y evadirte de todo lo que dejas en tierra. Si no,
es imposible”.
Una vez tome tierra en Guadalupe, “no sé si querré repetir,
pero he vivido muchas Mini Transat de compañeros y amigos, y algunas de ellas
han sido muy accidentadas, pero ninguno ha llegado a puerto diciendo que no
quiere repetir. Ya veremos qué me pasa a mí”, concluye.