La Línea 024, puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad para ofrecer atención profesional y apoyo ante la conducta suicida a personas afectadas y familiares, ha recibido desde su puesta en marcha, el 10 de mayo de 2022, un total 260.033 llamadas
El servicio telefónico y de chat especializado, conocido como Línea 024 y bajo el lema ‘Llama a la vida’, ha desempeñado un papel crucial en la prevención del suicidio y la atención de crisis emocionales en toda España. Con datos actualizados hasta el 31 de diciembre de 2023, se revela la importancia y la magnitud del servicio, así como la necesidad continua de apoyo en este ámbito.
Durante el período mencionado, se recibieron un total de 260.000 llamadas, de las cuales 12.846 fueron derivadas al servicio de emergencias 112 para ofrecer atención urgente a personas en crisis. Es fundamental aclarar que estas cifras no representan necesariamente 260.000 usuarios únicos, ya que una persona puede realizar múltiples llamadas.
El perfil de las llamadas muestra una variedad de géneros y edades, con un total de 101.915 llamadas realizadas por mujeres, 84.103 por hombres y 13.983 sin especificar. En cuanto a la edad, se observa que la mayoría de las llamadas provienen de personas entre 20 y 59 años, aunque también se registraron llamadas de todas las demás franjas de edad, incluyendo a niños y personas mayores.
El servicio ha atendido una diversidad de perfiles, incluyendo usuarios individuales, familiares, allegados, profesionales y otros. Además, se recibieron llamadas silenciosas, no pertinentes y sin especificar, lo que resalta la complejidad de las situaciones atendidas.
En cuanto a la distribución geográfica, Andalucía lidera en número de llamadas atendidas, seguida por la Comunidad de Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Estos datos subrayan la importancia de abordar la prevención del suicidio a nivel nacional y regional.
En un contexto donde el suicidio sigue siendo la principal causa de muerte externa, con un aumento progresivo en los últimos años, la Línea 024 juega un papel crucial en la visibilización, concienciación y prevención del suicidio. Su objetivo de reducir el sufrimiento emocional y el riesgo de conducta suicida demuestra su relevancia en la sociedad actual, proporcionando apoyo y orientación a quienes más lo necesitan.