El Consell de Mallorca ha querido recuperar una tradición significativa para muchos, basados en el sentido de comunidad y pertenencia entre los mallorquines, resaltando el valor cultural y religioso del Corpus Christi en la isla
El Consell de Mallorca ha recuperado el esplendor y la tradición de la festividad del Corpus Christi, una de las celebraciones más solemnes del año litúrgico. Tras varios años de ausencia en esta festividad, la institución insular ha abierto las puertas del Palau del Consell y ha dispuesto una gran alfombra floral delante del edificio, atrayendo la atención de ciudadanos y visitantes.
La fachada del Palau ha sido embellecida con damascos colgando de los ventanales y pétalos de flores que caían a la llegada de los pasos de las cofradías de Palma. Presididas por la Lledània, la cruz procesional de unos 65 kilos, ornamentada con más de 1.200 flores de cera, los pasos desfilaban en una estampa que rememoraba las tradiciones de antaño. La Custodia, otra pieza destacada que guarda el cuerpo de Cristo, también formó parte de la procesión.
El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, expresó su satisfacción por la recuperación de esta tradición: «Después de mucho tiempo, el Palau engalanado recibe los pasos con sus puertas abiertas. Es un orgullo poder vivir por primera vez el Corpus Christi como presidente, pero es aún más emocionante hacerlo participando y recuperando una tradición abandonada estos años».
La procesión comenzó tras la eucaristía en la Seu, presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull. Acompañados por los tamborers de la sala, los cossiers, los cavallets, las cofradías, la Escolanía dels Vermells, los canónigos y la Banda Municipal, numerosos ciudadanos se unieron a la celebración, creando un ambiente de devoción y festividad.
El Consell de Mallorca ha querido recuperar una tradición significativa para muchos, basados en el sentido de comunidad y pertenencia entre los mallorquines, resaltando el valor cultural y religioso del Corpus Christi en la isla.