Los conventos de clausura de Palma constituyen un legado de gran importancia patrimonial y urbana. Desde el primer convento fundado en el siglo XIII, a partir de la conquista de Mallorca por los cristianos, se contabilizaron más de veinte en el siglo XVII. A lo largo de este proceso fundacional que empezó en la edad media y se consolidó en la edad moderna, los conventos de clausura no sólo modificaron aquellas áreas bajo su influencia directa, sino que fueron determinantes en la construcción de un determinado modelo de ciudad. Las desamortizaciones supusieron un momento clave y dieron inicio a una prolongada etapa de crisis. Sin embargo, el viejo orden de la ciudad conventual pervive con la presencia de las clausuras femeninas. Todas se localizan en la antigua ciudad intramuros, mantienen su sede histórica y, en general y pese a las transformaciones y adaptaciones que sufrieron con el paso del tiempo, sus núcleos conventuales se han conservado con un alto grado de integridad.
La doctora Margarita Novo, profesora contratada doctora interina del Departamento de Ciencias Históricas y Teoría de las Artes de la UIB, ha publicado recientemente el libro Los conventos de clausura de Palma. Gestión del patrimonio y turismo.
Este trabajo se presenta como resultado de las investigaciones llevadas a cabo para la redacción de la tesis doctoral, titulada “Los conventos de clausura del centro histórico de Palma. Potencialidades y nuevos usos vinculados a la gestión del patrimonio cultural«, que defendió en la UIB en 2016. En conjunto, ya partir de una metodología diagnóstica, pretende abordar la problemática conventual de Palma desde el momento en que se produjeron las primeras fundaciones, en el siglo XIII, y hasta la etapa actual, en la que los viejos cenobios se insertan en un contexto de fuerte carga turística. La importancia que tuvo tradicionalmente Palma como ciudad convento se pone de manifiesto a lo largo de los capítulos, y también observamos cómo estas instituciones influyeron de forma notable en la morfología y el urbanismo de la ciudad.
Las clausuras femeninas localizadas en el espacio intramuros son las principales protagonistas de la obra, en la que se analizan los detalles de la gestión en todas las etapas históricas. El viejo orden de la ciudad conventual pervive con su monumental presencia y valor patrimonial, dado que, pese a las transformaciones y adaptaciones sufridas con el paso del tiempo, sus núcleos se han conservado con un buen grado de integridad. Actualmente, y debido a la crisis del sistema conventual, se han convertido en enclaves cerrados, ajenos a la vida y dinámicas urbanas cercanas. El diagnóstico de la gestión y el conocimiento de las experiencias puestas en marcha en otros lugares que tratan de conjugar la vida cultual y cultural son aspectos que deberían servir para reorientar el nuevo rumbo de estas instituciones tan significativas e indesligables de la imagen de Palma.
El trabajo, que posee un alto componente aplicado, se ha centrado en tres grandes líneas temáticas: los modelos de gestión del patrimonio religioso; Palma como ciudad conventual; y la crisis y problemática actual de estos conventos y su posible relación con el sector turístico cultural. El estudio se completó con la realización de entrevistas en las comunidades de religiosas de cada convento, con la intención de conocer la situación de forma directa y tener en cuenta la visión de las personas quienes los habitan y gestionan.
La investigadora concluye que los conventos de clausura mantienen actualmente un complejo diálogo con la ciudad, y constituyen enclaves cerrados, ajenos a la vida y las dinámicas urbanas cercanas. En este contexto, la crisis de vocaciones por un lado, y la necesidad de crear y diversificar productos turístico-culturales en el centro histórico, por otro, abre una vía de posible colaboración que, teniendo en cuenta los riesgos que ello conlleva, merece ser considerada.