Varios municipios recurren a cortes en el suministro ante la escasez de recursos hídricos
La isla de Mallorca enfrenta una grave crisis hídrica este verano, con varios municipios adoptando medidas de emergencia para gestionar la escasez de agua. Al menos cinco localidades, incluidas Banyalbufar, Estellencs, Esporles, Petra y Deià, han tenido que implementar cortes en el suministro de agua en diversas ocasiones debido a la persistente sequía que afecta a la región.
Petra ha experimentado cortes generales de agua desde finales de julio, especialmente durante la madrugada, para permitir que los depósitos recuperen niveles suficientes.
Estellencs, otro municipio en la misma región, ha reportado niveles críticos en sus depósitos de agua. El alcalde Bernat Isern subrayó que, aunque han logrado mantener el suministro gracias a estrictas restricciones, podrían verse obligados a cortar el agua si la situación empeora.
En Esporles, las autoridades han comenzado a aplicar cortes en algunas urbanizaciones desde principios de agosto para estabilizar sus reservas. El alcalde Josep Ferrà comentó que estas medidas son necesarias para evitar una crisis mayor y que se han iniciado campañas de concienciación para reducir el consumo.
Banyalbufar, situado en la Serra de Tramuntana, el Ayuntamiento ha recurrido a cortes intermitentes desde mediados de julio, intentando mitigar el alto consumo de agua en agosto. «La falta de recursos hídricos propios nos deja sin opciones», expresó el Ayuntamiento, que ha señalado que el suministro con camiones cisterna no es suficiente para satisfacer la demanda actual.
En otros puntos de la isla, como Bunyola, Ariany, Algaida, Montuïri, Porreres, Puigpunyent y Lloret de Vistalegre, se han implementado restricciones en el uso del agua, aunque, por el momento, no se han realizado cortes en el suministro.
La situación es especialmente preocupante en el Pla de Mallorca, donde varios municipios han limitado el consumo a 150 litros diarios por persona desde julio. Mientras tanto, en Sa Calobra, en el municipio de Escorca, se ha instado a los residentes a reducir el desperdicio de agua, ya que los niveles del pozo están más bajos de lo habitual.
La crisis ha provocado una disminución del 46% en las reservas hídricas de Baleares durante julio, con algunas áreas entrando en estado de alerta y otras en prealerta, lo que agrava la situación en la región.