Una antigua nave industrial donde, durante más de cien años, se fabricaron las clásicas telas
mallorquinas –teles de llengües– se ha convertido en sede de uno de los proyectos más innovadores del arte contemporáneo.
LA BIBI GALLERY es una nueva forma de acercarse al arte y un nuevo concepto de galería.
Su programa expositivo busca emplazamientos internacionales únicos que cambian con cada
exposición (Madrid, París, Londres, Nueva York…). En paralelo, han desarrollado una plataforma que permite sumergirse en los universos virtuales de los artistas a través de tours digitales
inmersivos. Éstos permiten interactuar con la galería desde el mismo momento en que se
inaugura cada muestra. Las exposiciones buscan que el artista sea el protagonista y que el
espacio se transforme con su propuesta.
“Nuestras exposiciones son efímeras y representan la culminación creativa de un artista.
Queremos dar a los artistas la posibilidad de transformar el entorno y recrear sus universos
(desde la ubicación, al sonido, pasando por el proyecto arquitectónico, etc). Las exposiciones
se conciben y se organizan desde nuestra sede de Mallorca y, posteriormente, se presentan
en todo el mundo por tiempo limitado. Así es como proporcionamos a nuestros visitantes una
experiencia poderosa y única con cada muestra”, explica Marc Bibiloni, director y cofundador
de la galería.
LA BIBI GALLERY trabaja con artistas de la segunda mitad del siglo XX y del XXI. Se trata de
creadores con gran capacidad de innovación, con una gran percepción en el mercado, afinidad por la tecnología y una potente marca personal. Así, en su porfolio encontramos nombres
como Serge Attukwei Clottei (Acra, Ghana, 1985), que trabaja la instalación, la performance,
la escultura o la fotografía; Andrei Warren (Mojácar, 1993), especializado en arte digital; el
dúo finlandés Grönlund-Nisunen (Tommy Grönlund, Turku, 1967; Petteri Nisunen, Helsinki,
1962); Marria Pratts (Barcelona, 1988), con un arte crítico y colorista cuyo escenario principal
es la calle; Rafel Bestard (Palma de Mallorca, 1967), que trabaja la pintura postconceptual;
Michael Staniak (Melbourne, 1982), un pintor influenciado por las tecnologías digitales y
Aljoscha (Glujov, Ucrania, 1974).
El nivel de innovación con el que trabaja LA BIBI GALLERY se plasma en detalles como el
certificado de autenticidad de cada pieza: una tarjeta de acero inoxidable efecto espejo con la
imagen de la pieza impresa sobre porcelana. Con la tecnología blockchain de Ethereum, se
crea un certificado Time Stamp que verifica la originalidad de la obra y su propiedad. De este
modo, su historia pasada, presente y futura está en el certificado a modo de huella criptográfi-
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ca. Este certificado proporciona un acceso único a la plataforma Ethereum a través de un chip
NFC o un código QR, lo que convierte estos certificados en imposibles de falsificar.
LA BIBI es más que una galería. Plantean una nueva forma de operar, en donde la tecnología
es un aliado importante. Crean experiencias interactivas e inmersivas, accesibles desde su
página web (labibigallery.com) y han desarrollado Studio 360, una herramienta digital para
adentrarse en los estudios de sus artistas. “Somos conscientes de que a los coleccionistas y
a las personas interesadas en el arte les gusta sumergirse en el universo del creador”, explica
Bibiloni. Esto, frecuentemente se concreta en la visita a sus estudios y Studio 360 facilita esta
posibilidad.
LA BIBI GALLERY está fundada por dos jóvenes emprendedores mallorquines, Marc Bibiloni
y Miquel Campins. Bibiloni ejerce como director de la misma. Es licenciado en Comunicación
por la Universidad de Staffordshire y Máster en Arte Contemporáneo de la UOC. Comenzó
su carrera profesional en el mundo del arte en Londres, en la galería de arte de Paul Smith.
Posteriormente, se especializó en Pensamiento creativo para el desarrollo empresarial en el
Istituto Europeo di Design y, durante los últimos años, ha trabajado como director creativo en
la galería Gerhardt Braun, en Mallorca.
MARRIA PRATTS, LA PRIMERA RESIDENTE
LA BIBI GALLERY en paralelo a su programación –que viajará por las capitales más importantes del mundo–, desarrolla en la isla de Mallorca un programa de residencias para artistas.
“Para nosotros es importante que el creador tenga el espacio y los medios para que pueda
desarrollar nuevos proyectos y abrirse a nuevos caminos. Queremos que sean ambiciosos”,
afirma Marc Bibiloni. “Mallorca ha influenciado a grandes artistas como Miró o Barceló. Ahora
es el momento de que esto siga sucediendo con las nuevas generaciones”.
La primera artista invitada a participar en el programa de residencias de LA BIBI GALLERY es
Marria Pratts (Barcelona, 1988). Pratts es uno de los miembros más destacados de su generación y es una de las creadoras que ha conseguido romper fronteras. Si su última exposición
fue en la Fundación Joan Miró de su ciudad natal, anteriormente ha expuesto en Los Ángeles
o Budapest, pasando por Estocolmo o París. En su obra, la calle y su paisaje son los protagonistas. Las referencias al arte urbano de los ochenta y noventa están ahí, pero su mirada
es irónica y optimista. También hay pinceladas de las ideas que defendía el Art Brut. Lo que
rodea a Pratts, lo suele convertir en tema de su trabajo y, después de pasar el mes de julio
trabajando en la nave que hoy acoge la sede de LA BIBI GALLERY, seis lienzos gigantes
reflejan, como no podía ser de otra forma, la esencia de la isla.
En paralelo, también se podrán visitar grandes instalaciones de artistas representados por la
galería como el ganés Serge Attukwei o el australiano Michael Staniak.
Todos estos trabajos se podrán visitar bajo cita en el headquarters de LA BIBI GALLERY.