En un acto multitudinario, más de 10.000 personas se congregaron este sábado en Palma para expresar su rechazo a la masificación turística en Mallorca. La manifestación, organizada por el colectivo Banc de temps i grup de consum de Sencelles, comenzó en el Parc de ses Estaciones y culminó en el Paseo del Born.
Bajo el lema «Mallorca no es ven», los manifestantes recorrieron las principales calles de la ciudad coreando consignas contra el turismo masivo y en favor de una vivienda digna. Entre los participantes se encontraban miembros de diversas entidades como el GOB, STEI, CC.OO., UGT, STOP Desahucios y grupos de la izquierda independentista de Mallorca.
Las pancartas y carteles que presidieron la marcha expresaban claramente el sentir de los asistentes: «Mallorca no es ven», «Si ens neguen el sostre ens neguen el futur«, «no es turismofobia, es mallorcacidi«. Estos mensajes reflejan la creciente preocupación por el impacto del turismo desmedido en el mercado inmobiliario y el entorno natural de la isla.
Esta manifestación se produjo en un momento clave, coincidiendo con la primera reunión de la Mesa para el Pacto Social por la Sostenibilidad, presidida por la presidenta del Govern Balear, Marga Prohens. Durante la reunión, Prohens subrayó la importancia de desarrollar una hoja de ruta que permita transformar el modelo turístico de la isla, centrándose en la sostenibilidad social, económica y ambiental.
Los organizadores de la manifestación hicieron un llamado a las instituciones para que tomen medidas concretas que impidan que Mallorca se convierta en un «resort de lujo». Exigieron responsabilidades y acciones que protejan tanto el territorio como a los residentes de la isla, abogando por un turismo más equilibrado y respetuoso.
La presidenta Prohens, aunque no detalló las medidas específicas que el Govern Balear propondrá, destacó los objetivos del pacto, que incluyen la diversificación económica, incentivos contra la saturación turística, preservación de los sistemas naturales, mejora de la coordinación entre administraciones y la implementación de sistemas fiables de indicadores para evaluar el impacto del turismo.
Vecinos y vecinas de diferentes lugares de Mallorca han expresado su malestar debido al modelo turístico actual y la crisis habitacional. Mencionan que en sus barrios, los precios son prohibitivos, propiedades de más de 500.000 euros y que en muchas calles o barrios de zonas como Génova, Sencelles, etc a penas quedan españoles o en lugares como s’Arenal con la renta per cápita más baja de Mallorca, no encuentran alquileres de pisos diminutos por menos de 1200€.
Esta manifestación en Palma sigue la estela de otras protestas similares que se han llevado a cabo recientemente en las Islas Canarias, mostrando un creciente movimiento ciudadano en las regiones turísticas de España en defensa de un desarrollo más sostenible y equitativo.