Un equipo de investigadores del grupo de investigación de Microbiología de la Universidad de las Islas Baleares, del laboratorio de salud ambiental Biolinea Int., la Clínica Rotger y otros centros reconocidos de investigación europea han descrito una nueva especie de la bacteria legionela y le han bautizado con el nombre de Legionella maioricensis.
La nueva especie fue aislada por primera vez en Mallorca y es la primera que se descubre en España. El hallazgo se ha publicado recientemente en la prestigiosa revista científica International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology. En el estudio han participado también investigadores de la Clínica Rotger (Palma), el Instituto de Salud Pública de Ostrava (República Checa), la Universidad de Gothenburg (Suecia), el Hospital Universitario de Sahlgrenska (Suecia), el ‘ Hospital Universitario de Haukeland (Noruega) y la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Identificación de la muestra
La muestra fue aislada en 2012 por parte de Biolinea Int. en un muestreo rutinario de agua en un hospital de Mallorca. En ese momento, no se identificó todavía como una nueva especie, pero por sus características se intuyó que podría tratarse de una nueva legionela. Con posterioridad, se supo que otro laboratorio de salud ambiental de la República Checa había aislado, en un muestreo rutinario realizado en un supermercado, una cepa de legionela de características similares a la de Mallorca.
En una primera aproximación basada en la secuenciación parcial de genes marcadores moleculares para legionela y diversas pruebas de laboratorio, ya se vislumbró que se trataba de una nueva especie. Estos estudios se presentaron por primera vez en un congreso científico en Atenas en 2019. La pandemia de la COVID-19 interrumpió las investigaciones, hasta que en 2022 la bacteria pudo caracterizarse e identificarse definitivamente como una nueva especie de legionela.
Capacidad de infección de Legionella maioricensis
Según señala el doctor Sebastià Crespí, primer firmante del artículo y director científico de Biolinea Int.: «Hasta dónde sabemos, no hay evidencia de que esta nueva especie haya causado infecciones en humanos, aunque, al menos en teoría, podría causarle las». De hecho, el análisis de genómico comparado realizado en el presente estudio ha puesto de manifiesto la presencia de un número considerable de factores de virulencia en el genoma de Legionella maioricensis. Además, se detectó información genética que apunta a su capacidad para ser resistente a ciertos antibióticos, como las penicilinas, cefalosporinas o monobactámicos.
La importancia de la diversidad de poblaciones
El descubrimiento de esta nueva especie de legionela supone un avance importante en el conocimiento de la diversidad de poblaciones de la bacteria y contribuye al esfuerzo de la comunidad científica por esclarecer las lagunas que todavía existen sobre su potencial patogénico.
Doctor Antoni Bennàsar, investigador del grupo de Microbiología de la UIB y coautor principal del artículo: «El conocimiento sobre la diversidad poblacional de la legionela es todavía limitado. Quedan todavía muchas preguntas sin respuesta e incertidumbres respecto a la epidemiología de la legionela, la infectividad de la vid, la dosis infecciosa y la capacidad de los métodos de detección, en parte, limitada por el aparente desconocimiento de la biodiversidad del género».
Se sabe que una de las 65 especies de legionela descritas hasta el momento, Legionella pneumophila, es la causante del 90 por ciento de los casos de legionelosis o enfermedad del legionario, una enfermedad respiratoria relativamente infrecuente que se presenta en forma de neumonía grave y potencialmente mortal en un 10% de los casos. Además, produce la fiebre de Pontiac, enfermedad leve pseudogripal no neumónica. En definitiva, la legionela es un patógeno de interés sanitario.
La infección se adquiere principalmente por la inhalación de bioaerosoles, finísimas gotitas de agua, contaminadas con la bacteria legionela. Las principales fuentes de infección son los sistemas de agua potable, sobre todo el agua caliente sanitaria, las aguas de baño con chorros de agua y aire, y las torres de refrigeración, aunque cualquier sistema que genere aerosoles en el exterior (fuentes ornamentales, riego por aspersión, estaciones de lavado de coches, etc.) puede ser una fuente de infección potencial.
Nuevos ambientes, nuevas fuentes de infección
Ahora bien, en los últimos años se han descubierto nuevas especies de legionela relacionadas con ambientes distintos a los tradicionales. Un ejemplo es la Legionella longbeachae, relacionada con casos de legionelosis por exposición a suelos, compuestos y mezclas para macetas. Otro ejemplo de especie «exótica» es la Legionella antártica, aislada recientemente a partir de muestras de sedimento de un lago de agua dulce de la Antártida y que ha resultado ser la especie más cercana genéticamente a la Legionella maioricensis, según los análisis de los investigadores.
Por eso, la comunidad científica internacional tiene la mirada puesta en la identificación de otras especies de legionela con potencial para actuar como patógenos humanos. La colaboración científica que ha hecho posible el hallazgo de Legionella maioricensis es una muestra de ello.
Conocer para mejorar la prevención
El doctor Sebastià Crespí destaca la relevancia y singularidad de este hallazgo, que muestra la calidad de la investigación que se realiza en las Islas Baleares en el campo de la sanidad ambiental y de la higiene del agua en particular. Asimismo, pone énfasis en la prevención: «Es esencial mantener buenos protocolos de prevención y control en los sistemas hídricos susceptibles de albergar la bacteria, más aún en hospitales, donde la población expuesta es más susceptible».
Por su parte, el doctor Antoni Bennàsar añade: «La legionela es un patógeno oportunista de preocupación para la salud y buena prueba de ello es que la legionelosis es una enfermedad que implica a un gran número de profesionales de la salud pública y personas involucradas en el mantenimiento de instalaciones y sistemas de agua».
Los investigadores apuntan, finalmente, que el estudio de la genómica de poblaciones de legionela y la dinámica de sus genes (especialmente de aquellos genes relacionados con su patogenicidad y virulencia) es de una importancia crucial para la prevención y exploración del origen en casos futuros de legionelosis, además de la optimización de los protocolos de muestreo.