El velero, construido en Dinamarca en 1937 y con una historia marcada por la guerra y la música, debuta en la regata clásica.
Mahón, 29 de agosto de 2024. El Orianda, una goleta de 26 metros con una vida tan fascinante como turbulenta, participa por primera vez en la Copa del Rey Repsol de Barcos de Época en Mahón. Esta joya de la náutica, botada en Dinamarca en 1937, ha sobrevivido a los horrores de la Segunda Guerra Mundial, fue capturada por los nazis, inspiró a una estrella del rock, y superó un incendio que casi la destruye.
Originalmente bautizado como Ragna IV, el velero fue diseñado por Oscar W. Dahlstrom y construido en los astilleros de Carl Andersen en Faaborg. Su primera misión, sin embargo, estuvo lejos del lujo y las regatas: reclutado por el esfuerzo bélico danés, el barco fue capturado por las fuerzas alemanas durante la ocupación nazi de Dinamarca y Noruega en 1940.
Después de años de abandono y deterioro, el velero fue rescatado en 1944 por el barón Johan Otto Raben-Levetzau, quien lo restauró y le dio su segundo nombre, Sabina. A lo largo de las décadas, pasó por las manos de varios propietarios, incluyendo al embajador de Grecia en Dinamarca, y finalmente fue rebautizado como Orianda en 1981.
El Orianda tiene un vínculo especial con la música, ya que fue propiedad de Neil Peart, letrista y batería del legendario grupo de rock Rush. Según cuenta Peart en su biografía, fue a bordo del Orianda, mientras estaba fondeado en las Islas Vírgenes, donde encontró la inspiración para algunas de sus canciones más icónicas.
La historia del Orianda casi terminó trágicamente en 1987, cuando un día después de ser comprado por el armador Peter Phillips, un incendio devastador en las Islas Vírgenes casi lo destruye por completo. Sin embargo, el barco fue restaurado y continuó navegando, pasando por varias manos hasta que fue sometido a una completa restauración hace poco más de una década.
Hoy, bajo la propiedad del italiano Iginio Angelini y con Tommaso Crisi al timón, el Orianda ha recuperado todo su esplendor. Ahora, en su primera participación en la Copa del Rey Repsol, esta goleta con una historia tan rica como su diseño, se enfrenta a las aguas de Mahón, lista para escribir un nuevo capítulo en su extraordinaria vida marinera.