Que los sepan todos. Pepe Marroig no se va a morir. ¿Y sabéis por qué?. Porque vive en todos nosotros desde el momento en que arrastró su piel por nuestro rostro, en nuestras manos, en nuestros labios, por nuestro espacio limitado en su espacio ilimitado. No sientan nostalgia porque se puede encender un cigarrillo en tu carita pintada de colores. A mi, me ha dicho de todo, pero no he entendido nada. A veces, es demasiado proceloso y yo una veleta que no entiende el norte magnético.
Aún así, me ha quedado clara una cosa, si hay un hombre querido en Palma, ese es Pepe Marroig, baño de multitudes 24/07, en tu casa o en la mía. Ya sabemos que queréis conocerle. Pues dale clic al vídeo y aprieta las nalgas.
Morir de amor por tu ciudad
Quizás todavía no nos hayamos percatado de que su influencia es aún mayor, cuanto más anhelamos nuestro pasado reciente. Ha sobrevivido a las tormentas de los males congénitos y a los voraces estilos musicales que engullen sin recelo toda la vorágine de Gomila. Desde su dulce neurosis de rock efervescente, es vértice y Faro, como lo denominan su familia de Notodoesindie de esa escena que engorila a cuarentones, cincuentones, sesentones…. desde La Polka, junto a su, por todos, queridísima mujer Carmina, vela mayor de este navío amoroso.
Siempre han dicho que es un gran bailarín y os digo que esos huesos saben doblarse como el polietileno. El director de banco más joven de España de aquellos finales de los 70. ¡Guau!. Empresario de la noche desde los 18 años. ¡No me jodas!. Le han calificado de dandy. Os lo juro, yo veo en él a Bowie, a Lou, a Keith, a Iggy. ¿Os imagináis esta abominación?. Toda la esencia de su cuerpo delicado, posado en un nenúfar, alcanzando con la lengua nuestro corazón desgarrado por tanto magnetismo. Joder, me parece que lo admiro.
Rockanrollas
Pues sí. Para este reportaje hemos contado con la colaboración del mítico cantante de Los Turkos, Kita, que es amigo desde los tiempos inciertos después de que Pepe lo recogiera junto a su amigo Andrés, mientras hacían autostop. Los subió en 4×4 y vacilando camino a Palma les habló de su bar «Hollywood» uno de sus primeros proyectos empresariales de ocio nocturno en Gomila, junto a su socio Rafael de Lacy, un niño bien que le introdujo en la aristocracia mallorquina y le llevó a la boda de la cantante Sade.
Kita le llama Andy Warhol de provincias, no en vano visitó varias veces el Studio 54 por su amistad con el dj, el que luego le recibía en discotecas madrileñas con el mensaje de «Bienvenido Pepe Marroig» en rótulos luminosos. Ha sido el mascarón de proa del ocio en Mallorca sin pretenderlo.
Ha escrito varios libros sobre aquellos maravillosos años. Uno de ellos es “La Canallesca”, colección de artículos que Pepe Marroig ha publicado durante más de cuatro años en el magazine musical online Notodoesindie. Y el otro, «Gomila Babilonia» es un collage en el que Pepe Marroig rinde un particular homenaje a una época y a un lugar. A través de personajes y sitios emblemáticos reconstruye los años dorados de la zona Palmesana de Gomila y el Terreno.
Dueño de la noche palmesana
Reconoce que no se repetirá la espontaneidad de la explosión cultural de los 80 y 90, pero que, actualmente, la zona ha vuelto a coger fuerza y parece que surge una segunda etapa con una escena muy interesante. Kita le recuerda las discotecas que gestionaba como Abraxas, Babel´s o Alexandra’s donde Pepe reconoce que más aprendió. Fue un gran relaciones públicas «era mi trabajo» y no lo hacía por dinero. Lo hacía porque le gustaba ese mundo de vacile y fue donde encontró a sus almas gemelas.
La famosa agente de cinematógrafos, Blanca Aysa, reconoce la importancia de la figura de Pep en aquellos primeros 80 con la explosión cultural y social que acontecía en España. Recuerda que «era la persona más simpática, más acogedora y un gran amigo de sus amigos. NOs introdujo a la música y a los videoclips que iban a ver su casa». Su mujer Carmina está encantada con la vida que ha llevado junto a él. Se han divertido y disfrutado mucho.
Indómito, leal, que nuestros días huelan a ti por muchos años más.