El investigador de la Universidad de las Islas Baleares ha sido galardonado por la CESFAC por un estudio sobre el papel de las moscas chupadoras de sangre en la transmisión de enfermedades en explotaciones ganaderas de Mallorca
El doctor Carlos Barceló Seguí, profesor contratado doctor interino del Departamento de Biología y miembro del grupo de investigación en Zoología Aplicada y de la Conservación (ZAP), ha sido galardonado por la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC ) con el premio Carlos de Blas Beorlegui por la investigación «Estudio de la distribución y papel vectorial de las moscas hematófagas de la tribu Stomoxyini (Díptera: Muscidae) en explotaciones ganaderas en Mallorca (Islas Baleares, España)».
La entrega del premio tuvo lugar el lunes, 15 de enero, en la sede de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España, en Madrid. En el estudio también han participado los doctores Ignacio Ruiz (Centro de Investigación Biomédica de La Rioja), Daniel Bravo (Universidad de Córdoba) y Mikel A. González (Estación Biológica de Doñana-CSIC).
El estudio premiado aporta información nueva sobre moscas hematófagas de la tribu Stomoxyini que afectan al rebaño. Estas moscas están poco estudiadas en Europa, y especialmente en España, y son importantes porque pueden transmitir enfermedades de forma mecánica, como el virus de la anemia infecciosa equina, la anaplasmosis o la piroplasmosis.
El objetivo del estudio ha evaluado la distribución y abundancia de las moscas en explotaciones ganaderas de la isla de Mallorca, a la vez que ha permitido generar una distribución actualizada a nivel nacional de las especies identificadas. También se han identificado patógenos de relevancia veterinaria utilizando técnicas moleculares específicas y se ha confirmado la presencia de la bacteria Wolbachia pipientis , que desempeña un papel significativo como agente de control biológico para determinados insectos.
En los resultados de este estudio se determinaron las especies Stomoxys calcitrans y Haematobia irritantes , esta última, citada por primera vez en las islas Baleares. Los estudios moleculares no detectaron ningún patógeno, pero se obtuvieron resultados positivos en la presencia de W. pipientis en H. Irritants; fue la primera detección en España (y la segunda en Europa) de esa especie de mosca.
Además, los estudios filogenéticos indican que esta bacteria se encuentra dentro del mismo grupo que las especies aisladas en EE.UU., Canadá, México y Australia. Este hallazgo es especialmente relevante y deberían realizarse nuevos estudios para determinar el papel de esta bacteria como posible agente de control biológico de este insecto (como ya se hace con los mosquitos), sobre todo debido al aumento del desarrollo de resistencia a los insecticidas en grupos determinados de artrópodos.