Ramón Llull tiene una relación muy directa con el Monasterio de la Real. Nació en el 1232-3 en la actual Plaza Mayor de Palma, un poco antes de que los monjes de Poblet pasaran a la Alquería el Pic, que desde hace siglos es desconocido, ha desaparecido. En cambio, de este lugar se sabe la ubicación, que sería la Granja de Esporles. Estos monjes se establecieron en la Granja reclamados por Nuño Sanz para completar la sociedad mallorquina que acaba de dar inicio tras la conquista.
Los monjes del Pic pasaron a ocupar los actuales terrenos del Monasterio de la Real alrededor del 1235, estableciéndose en lo que hoy es la possessió de Son Cabrer (cerca del Hospital Son Espases) o la Real Vell, en la que se pueden observar arcos y vestigios antiguos. Cuando Ramón Llull tuvo la transformación espiritual, cerca de los 30 años de edad, tomó un camino que solamente se entiende, si se le considera un gran misionero. Estaba obsesionado por la Misión. Era un hombre súper programado, un hombre con unos objetivos muy definidos. Para Ramón Llull los objetivos tenían otro nombre; se le llamaba, intención.
Es decir, la primera intención de Ramón Llull era glorificar a Dios mediante la conversión de los musulmanes sobre todo, pero también de los judíos y de los cristianos que no eran propiamente católicos como los jacobitas (iglesias que han perdurado por Etiopía) y las segundas intenciones organizar las misiones concretas.
Tras el cambio espiritual, Ramón Llull realizó una peregrinación hasta Santiago y regresando a Mallorca en varias ocasiones para volver al Monasterio que era y es un centro de espiritualidad, donde Ramón venía a consultar a los monjes. Tenemos que recordar que antes de estos acontecimientos, Mallorca no era un lugar fácil en la Edad Media y los cristianos eran una minoría. Venir a Mallorca era comenzar a trabajar, una agricultura que se tenía que reimplantar. El régimen alimentario de los cristianos, basado en el cereal y la cebada no era como el de los musulmanes predominante en verdura.
Allí donde estaban más establecidos los musulmanes, no eran los lugares que habían ocupado los bizantinos o los romanos. En la época bizantina, que es larguísima y llega hasta el 903-911, las basílicas conocidas no están por las montañas, sino por el «migjorn», en la zona de Manacor y zona Sur en la comarca de Campos. Hay un gran cambio y los mallorquines de aquel momento intentan adaptarse a aquella nueva situación. Los cristianos se establecen allí donde había más musulmanes porque estaban los caminos y las poblaciones. Desde la zona del actual aeropuerto hasta Sa Pobla y luego hacia el norte, a la Serra de Tramontana es donde están las parroquias y santuarios, como por ejemplo la de Costitx, que luego cambia a Sencelles, Campanet, Alcudia, Pollensa, Inca.
En el momento en el que Ramón Llull siente la necesidad de resolver sus cuestiones intelectuales y mentales, acude a los monjes. Hay un capítulo muy destacado en la vida de Ramón Llull, que es el episodio de su esclavo al que apreciaba mucho y que le enseño a nuestro sabio lengua y filosofía. En un momento dado, su esclavo blasfemó sobre Jesús y según la ley de aquel tiempo, sería condenado a muerte. Ramón Llull que no podía asimilar la sentencia, acudió al monasterio a rezar y en ese momento de reflexión, al volver a casa, se dio cuenta de que su esclavo se había suicidado. Esta relación la cuenta en su libro «la vida coetánea» (un libro muy recomendado para leer y que se puede terminar en un tarde).
Ramón Llull llevó una vida muy espiritual ligada a San Agustín, la misma que la de los monjes del Císter que habitaban el monasterio de la Real. Estos monjes blancos tenía un máxima «ora et labora» (reza y trabaja). Rezar con los salmos varias horas al día y copiar manuscritos. La Edad Media fue un época fecunda en la difusión cultural, sobre todo de textos greco-romanos. Gracias a este trabajo, Europa es lo que es. Esta crítica que hay, este espíritu de inventiva nos llega de este puente que fue la Edad Media, entre la antigüedad y nuestros días.
La relación de Ramón Llull con las actividades que se desarrollaban en la Real también se extendía a la admiración de los monjes que la habitaban. Entre los monjes, el principal lulista, fue el abad Antoni Ramón Pascual, natural de Andratx, que estudió en Mallorca, Madrid y Alemania, país donde entró en contacto con Ivo Salzinger, que es quien editó en latín un monumento a la cultura de Ramón Llull de 9 tomos, de casi medio metro de alto, de los que se guardan 6 tomos en la Biblioteca Balear, los 3 últimos se quemaron en Maguncia, la capital del estado federado alemán de Renania-Palatinado donde se almacenaban.
Ramón Llull desarrolló gran parte de su obra en lengua catalana, que en aquel momento se configuraba y que erróneamente se atribuye a Ramón Llull parte de su elaboración. Fue el autor que produjo mayor volumen de literatura en catalán, derecho, pedagogía como la doctrina pueril, filosofía o el gran libro programático; el libro de la contemplación que tiene alrededor de un millón de palabras. Este libro contiene un programa que incluye la Misión y por supuesto, para que el cristianismo fuera creíble, él pedía a los cristianos que fueran coherentes, tratando de reformar la sociedad. Viajando alrededor del mundo conocido produjo aproximadamente unas 270 obras auténticas.
Probablemente este espíritu crítico a lo largo de los siglos no le ha hecho bien, porque nadie quiere que lo cuestionen. Ramón Llull escribió el libro de la contemplación en árabe y no se conserva o se conoce copia alguna. Luego lo tradujo al catalán. Escribió en latín para el Papa, los reyes y príncipes y para las Universidades. De hecho durante un curso fue profesor de Teología y Filosofía en los colegios franciscanos de Italia.