Los participantes han enfrentado encalmadas y tramos con rachas de hasta 50 nudos. Hugo Ramón, armador del Cristalmina-Majórica, sufrió un cólico nefrítico a la altura de Cabrera pero decidió continuar en regata.
Palma, 13 de noviembre de 2024 – La primera etapa de la regata Palma-Melilla-Palma ha concluido hoy con la llegada del último participante a Melilla, completando el recorrido con una desventaja de 25 horas y 12 minutos respecto al líder. La tripulación francesa del Optimum, formada por Mateo Le Calvic y Arthur Meurose, se ha llevado la victoria en esta etapa, marcada por unas condiciones meteorológicas extremas que han puesto a prueba a los 32 barcos que lograron finalizar.
A lo largo de esta primera etapa, los regatistas han tenido que adaptarse a cambios drásticos en el viento, desde encalmadas en el Mar de Alborán que ralentizaron a los 13 barcos de la cola, hasta tramos con vientos de hasta 50 nudos que han obligado a la flota a navegar al límite. Uno de los momentos más complicados lo vivió Hugo Ramón, armador del Cristalmina-Majórica, quien sufrió un cólico nefrítico en las inmediaciones de Cabrera y llegó a considerar su retirada. Sin embargo, decidió seguir adelante para mantener sus opciones de clasificación para la Mini Transat 2025.
«Estoy contento porque la diferencia con el líder de mi clase, el Red Hot Mini Pepper de Nicolo Gamenara, no es tan grande», explicó Ramón tras su llegada. «Hemos forzado el barco, pero no hemos tenido ninguna rotura, lo cual es una victoria en sí misma».
La etapa ha demostrado ser un desafío extremo para la flota de la clase Mini 6.50, con momentos de alta tensión y navegación complicada. «Esto es lo que hace tan especial la vela oceánica. Te obliga a adaptarte a lo que venga y a seguir adelante en cualquier circunstancia», comentó Ramón, quien ocupa la décimo cuarta posición en la categoría de barcos de serie.
El Comité de Regatas del Real Club Náutico de Palma y el Real Club Marítimo de Melilla está valorando modificar la fecha de salida de la etapa de regreso a Mallorca, inicialmente prevista para el próximo sábado. La previsión meteorológica indica que el viento soplará de proa, lo que obligará a los competidores a navegar de ceñida, una maniobra especialmente incómoda para los modelos de la clase Mini 6.50, diseñados para planear en rumbos portantes.
«Estamos evaluando la situación y avisaremos de cualquier cambio en las próximas horas», señaló Gaspar Morey, oficial de regatas del Real Club Náutico de Palma.